El académico de 64 años Bernardo Arévalo de León, de la agrupación política progresista, fue elegido este domingo como el nuevo presidente de Guatemala tras superar en las elecciones a la exprimera dama Sandra Torres Casanova.
Escrutado el 90 por ciento de los votos, Arévalo de León suma un total de 2.2 millones de papeletas a su favor, lo que representa el 59 por ciento del total, mientras que Torres Casanova contabiliza 1.3 millones de sufragios recibidos (35 por ciento).
El Tribunal Supremo Electoral guatemalteco hará oficial en las próximas horas el resultado que permitirá a Arévalo de León ser investido el próximo 14 de enero por un período de cuatro años, en reemplazo del actual mandatario, Alejandro Giammattei.
El principal incidente de la jornada electoral llegó al final de la tarde, con la explosión de dos artefacto caseros en dos centro de votación en la periferia de la Ciudad de Guatemala, sin heridos o fallecidos.
Los reportes de las misiones de observación locales e internacionales de los comicios confirmaban preliminarmente, al filo del mediodía, que el proceso electoral avanzó con normalidad en gran parte del día.
De acuerdo con la Misión de Observación Electoral de Guatemala, de carácter no oficial, compuesta por un colectivo de organizaciones sociales y civiles, un 99.6 por ciento de los centros electorales en Guatemala abrieron con puntualidad y sin inconvenientes en la jornada cívica de este domingo.
El informe matutino divulgado por parte de la misión de observación local señala también que la Unidad Nacional de la Esperanza contó con fiscales en un 96 por ciento de las mesas, mientras que Semilla está presente en el 82 por ciento de las mismas.
El actual proceso electoral ha sido el más controversial de Guatemala desde la implementación de la democracia en 1986, empañado por el protagonismo del Ministerio Público (Fiscalía) que, desde el 12 de julio, ha intentado cancelar al Movimiento Semilla e impedir la participación de Arévalo de León.
Guatemala no lleva a cabo mediciones de participación de votantes durante la jornada electoral y es hasta el cierre de los resultados cuando se conocen datos al respecto.