El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que se saltará el primer debate primario presidencial republicano del miércoles 23 de agosto, además de otros que posiblemente ocurran en un futuro.
“El público sabe quién soy y la presidencia exitosa que tuve”, escribió Trump en su sitio de redes sociales. “¡Por lo tanto no estaré haciendo los debates!”, complementó.
Su portavoz no aclaró de inmediato si planea boicotear todos los debates de las primarias o solo los que están programados actualmente.
El expresidente y uno de los primeros candidatos republicanos había dicho durante meses que veía pocas ventajas en unirse a sus rivales republicanos en el escenario cuando se reunieran por primera vez en Milwaukee el miércoles, dada su ventaja dominante en la carrera. Y les había dejado claro a quienes había hablado en los últimos días que su opinión no había cambiado.
“¿Por qué permitiría que las personas en 1 o 2 y 0 por ciento me hicieran preguntas toda la noche?” dijo en una entrevista en junio con el presentador de Fox News, Bret Baier, quien se desempeñará como moderador. Trump también ha criticado repetidamente a Fox, el anfitrión del evento en horario estelar del 23 de agosto, insistiendo en que es una “cadena hostil” que cree que no lo tratará de manera justa.
Trump había estado discutiendo una serie de opciones de contraprogramación del debate, incluida una entrevista con el expresentador de Fox News, Tucker Carlson, quien ha estado presentando un programa en el sitio web anteriormente conocido como Twitter. Carlson fue visto en el club de golf de Trump en Bedminster, Nueva Jersey, antes del anuncio, según una persona familiarizada con la visita que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada para discutir el tema. El New York Times informó el sábado que la entrevista que se transmitirá el miércoles ya ha sido grabada.
“No podemos confirmar o negar, estén atentos”, dijo el portavoz de Trump, Steven Cheung.
La idea había sido una de varias alternativas que Trump había planteado en las conversaciones en las últimas semanas. Incluían la posibilidad de presentarse en Milwaukee en el último minuto o asistir pero sentarse en la audiencia y ofrecer comentarios en vivo en su sitio Truth Social. También había discutido la posibilidad de llamar a diferentes redes para atraer espectadores del debate, o realizar un mitin en su lugar.
La decisión marca otro capítulo en la disputa en curso de Trump con Fox, que alguna vez fue un defensor acérrimo, pero ahora se percibe como más favorable a su principal rival, el gobernador de Florida, Ron DeSantis.
Los ejecutivos y presentadores de Fox habían presionado a Trump para que asistiera, tanto en privado como en las ondas de radio de la red. Pero Trump, según una persona cercana a él, no se dejó influir, creyendo que los ejecutivos no lo habrían cortejado si no estuvieran preocupados por sus calificaciones.
Una persona familiarizada había dicho el domingo que Trump y su equipo no habían notificado sus planes al Comité Nacional Republicano.
Mientras tanto, los rivales de Trump lo habían estado incitando a presentarse y preparándose con la esperanza de que lo hiciera, preocupados de que una ausencia podría hacerlos aparecer como candidatos de segundo nivel y negarles la oportunidad de asestar un golpe de gracia contra el Goliat de la contienda que podría cambiar la trayectoria de la carrera.
El exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, uno de los pocos candidatos dispuestos a enfrentarse directamente a Trump, ha estado acusando al expresidente de no tener “las agallas para presentarse” y llamándolo “cobarde” si no lo hace.
Un súper PAC que apoya a DeSantis publicó un anuncio en el que el narrador dice: “No podemos permitirnos un candidato que sea demasiado débil para debatir”. Y en una publicación del domingo en X, el sitio de redes sociales antes conocido como Twitter, el portavoz de la campaña de DeSantis, Andrew Romeo, dijo que el gobernador de Florida esperaba compartir su visión el miércoles sobre lo que hará como presidente porque “nadie tiene derecho a esta nominación”, incluido Donald Trump. Tienes que presentarte y ganártelo”.
Trump ha rechazado los ataques y le dijo a Eric Bolling de Newsmax que veía pocos beneficios en participar cuando ya lideraba por un amplio margen.
“No es una cuestión de agallas. Es una cuestión de inteligencia”, dijo.
Trump también ha dicho que no firmará un compromiso para apoyar al eventual candidato republicano si pierde la nominación, un requisito establecido por el Comité Nacional Republicano para aparecer en el escenario.
“¿Por qué iba a firmarlo?” él dijo. “Puedo nombrar a tres o cuatro personas a las que no apoyaría para presidente. Así que ahí mismo, hay un problema”.
No obstante, sus asesores insistieron durante semanas en que aún tenía que tomar una decisión final, aunque reconocieron que estaba “bastante claro” por sus declaraciones públicas y privadas que era poco probable que apareciera.
No es la primera vez que Trump elige saltarse un importante debate republicano
Durante su campaña de 2016, Trump decidió renunciar al enfrentamiento final de las primarias republicanas antes de las asambleas electorales de Iowa y, en cambio, realizó su propio evento de campaña: una llamativa reunión estilo teletón en Iowa que se anunció como una recaudación de fondos para los veteranos.
Si bien el evento ganó titulares y desvió la atención de sus rivales, Trump perdió las asambleas electorales de Iowa ante el senador Ted Cruz de Texas, una pérdida que algunos exasesores han atribuido, al menos en parte, a su decisión de saltarse el debate.
En 2020, Trump se retiró del segundo debate de las elecciones generales contra el ahora presidente Joe Biden después de que la Comisión de Debates Presidenciales, un grupo no partidista que ha organizado debates de las elecciones generales durante más de tres décadas, trató de hacerlo virtual después de que Trump dio positivo por COVID-19. Trump se negó, diciendo que solo debatiría en el escenario.