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¿Lavado de cara? OMS dice que vertido de agua radiactiva de Japón ‘respeta normas internacionales’

Japón decidió desechar más de 1.25 millones de toneladas de agua radiactiva de la planta de energía nuclear de Fukushima destruida en el Océano Pacífico.

Científicos, ambientalistas y países vecinos, como China, Corea del Sur, Filipinas y otras naciones insulares del Pacífico han expresado su inquietud por la descarga de agua tóxica.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó este viernes que las disposiciones que aplica Japón en relación al vertido de “agua tratada” (radioctiva) procedente de la central nuclear de Fukushima respetan las normas internacionales” sobre seguridad para la protección contra la radiación.

Japón inició este jueves el vertido al Pacífico del agua contaminada a raíz del accidente de 2011 en la planta nuclear de Fukushima, tras haberla tratado para retirarle la mayor parte de residuos radiactivos.

El portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic, dijo este 25 de agosto que los estándares que se están utilizando cuentan con el auspicio de esta y otras seis organizaciones internacionales.

Dichas normas “constituyen la referencia mundial para proteger a la población de los efectos nocivos de las radiaciones ionizantes”, explicó.


El vertido comenzó tras recibirse el visto bueno del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), cuyos expertos supervisan el proceso para garantizar su seguridad.

Sin embargo, organizaciones ecologistas y la industria pesquera nipona han criticado y se oponen a esta acción.

China le hace el ‘fuchi’ al pescado de Japón tras descarga de agua radiactiva de Fukushima

Las autoridades aduaneras chinas prohibieron importar pescado y marisco de Japón en respuesta a la descarga de agua radiactiva en el Océano Pacífico.

El veto comenzaba de inmediato y afectaba a todos los productos acuáticos”, según el aviso.


Las autoridades chinas dijeron que “ajustarán de forma dinámica las medidas regulatorias relevantes como sea apropiado para evitar los riesgos de la descarga de agua con contaminación nuclear para la salud y la seguridad alimentaria de nuestro país”.

Poco después del anuncio en China, Japón exigió retirar el veto que aplica a sus productos marinos a raíz del vertido de la central nuclear de Fukushima, una medida que Tokio considera “sin base científica” y que supone un nuevo obstáculo en las relaciones entre las dos potencias asiáticas.

El ministro nipón de Economía, Comercio e Industria, Yasutoshi Nishimura, calificó hoy de “inaceptables” las restricciones anunciadas en la víspera por Pekín y afirmó que ha solicitado al Ejecutivo chino su retirada durante las reuniones de titulares de Comercio del G20 que se celebra entre el pasado jueves y este viernes en Jaipur (India).

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