El Departamento de Estado de Estados Unidos ofrece una recompensa de hasta un millón de dólares por información que conduzca a la condena de Ana Gabriela Rubio Zea, también conocida como “Gaby” y señalada como una de las principales distribuidoras de fentanilo de la célula delictiva de los Chapitos del Cártel de Sinaloa.
De acuerdo con la dependencia, Gaby es una corredora radicada en Guatemala que ayudaba a abastecer al cártel de precursores químicos provenientes de China. La empresaria tenía conexiones con proveedores y fabricantes de estos productos y los ponía en contacto directo con los narcotraficantes, a sabiendas de que serían empleados para fabricar fentanilo que luego sería distribuido en Estados Unidos.
Rubio Zea fue detenida el 17 de marzo de este año en la Ciudad de Guatemala con base en una orden de arresto provisional. Poco menos de un mes después, el 4 de abril, un gran jurado federal reunido en el Distrito Sur de Nueva York la acusó junto con otras personas de conspiración para la importación y tráfico de fentanilo, así como de conspiración para lavado de dinero.
Además, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), la señaló como una de los cinco principales distribuidoras de fentanilo para la organización de los Chapitos. La lista la completaban los ciudadanos chinos Kun Jiang, Yonghao Wu, Yaqin Wu y Huatao Yao.
Gaby llevaba un estilo de vida público. En redes sociales posteaba fotografías y videos que guardaban sospechas de cualquier vínculo con el narcotráfico.
Extraditan a Ovidio Guzmán, integrante de los Chapitos
Uno de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán e integrante de los Chapitos, Ovidio Guzmán López, fue extraditado a Estados Unidos el viernes 15 de septiembre, mediante un sorpresivo operativo. Hasta ese día estuvo preso en el penal del Altiplano.
Este martes se presentará ante un juez del Distrito Norte de Illinois. Según el expediente en su contra, entre mayo de 2008 y abril de 2023, Guzmán López, mejor conocido como “El Ratón”, y sus hermanos, han tenido un alto rango en el Cártel de Sinaloa y se les considera líderes de una empresa criminal que tiene por objetivo importar a México grandes cantidades de cocaína de países como Colombia, Ecuador, Venezuela, Perú, Panamá, Costa Rica, Honduras y Guatemala.
Según la acusación, tras la detención y extradición del “Chapo”, sus hijos tomaron el control de una facción del cártel y sus actividades de tráfico de cocaína y otras drogas a Estados Unidos.
Ovidio Guzmán está implicado en una acusación separada que alega los mismos delitos, y que data de mayo de 2008 hasta octubre de 2021, cuando las autoridades mexicanas lo arrestaron en Culiacán.
Además, él y sus hermanos están implicados en otras acusaciones radicadas en la una corte de Nueva York, donde los señalan de ser los principales introductores de fentanilo a Estados Unidos, cuyo consumo ha provocado una crisis de salud en aquel país.
Si va a juicio y lo hallan culpable, Ovidio podría recibir una pena mínima de 20 años a prisión y máxima de cadena perpetua. Si opta por colaborar en busca de una pena menor, ello implicaría delatar a sus hermanos.