El Gobierno de Cuba llamó este lunes a Estados Unidos a la “acción” tras denunciar el lanzamiento de dos cócteles molotov contra su embajada en Washington.
Los ataques, que no causaron daños personales, según fuentes gubernamentales cubanas, han generado la denuncia de La Habana y respuestas de solidaridad de varios gobiernos aliados, como Venezuela y Bolivia.
”El odio lanzó anoche, otra vez, un ataque terrorista contra nuestra Embajada en Washington, en un acto de violencia y de impotencia que pudo costar valiosas vidas. Lo denunciamos y esperamos acción de las autoridades norteamericanas”, escribió en redes sociales el presidente, Miguel Díaz-Canel.
El ataque, según informó la Cancillería cubana, se produjo el domingo por la tarde, cuando un individuo lanzó dos cócteles molotov contra la legación diplomática.
Díaz-Canel y el canciller del mismo país, Bruno Rodríguez Parrilla, habían regresado horas antes a La Habana luego de una semana en Nueva York con motivo de la apertura de la Asamblea General de Naciones Unidas, en la que la delegación isleña había mantenido una intensa actividad.
El ministro de Relaciones Exteriores acusó del “ataque terrorista” a “grupos anticubanos”, señaló que “acuden al terrorismo al sentir impunidad” y denunció que el Gobierno cubano “ha alertado” a las “autoridades estadounidenses reiteradamente” sobre esta situación.
Agregó que la embajada de Cuba en Washington ya sufrió otro ataque en abril de 2020, cuando “un individuo disparó con un fusil de asalto contra la sede” de la legación diplomática.
La delegación gubernamental cubana había regresado este domingo a La Habana después de que Díaz-Canel hablase en la primera jornada de la asamblea general de las Naciones Unidas, además de en otros foros paralelos de alto nivel sobre medioambiente y los objetivos de desarrollo sostenible.
Díaz-Canel, que ya había acudido en 2018 a la asamblea general de la ONU, aprovechó para reunirse con otros líderes y para asistir a distintos actos con colectivos de la sociedad civil que apoyan a Cuba.
A raíz de estos hechos, varios cargos del Gobierno cubano y del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal) cargaron en redes contra el hecho de que Estados Unidos mantenga a su país en la lista de países que promocionan el terrorismo.
La embajada de Cuba en Washington reabrió en 2015, cuando a raíz del proceso de “deshielo” promovido por los expresidentes Barack Obama y Raúl Castro se restauraron las relaciones diplomáticas bilaterales, congeladas en 1961, dos años después del triunfo de la revolución en la isla.