Mientras las y los palestinos desesperados en Gaza tratan de encontrar refugio bajo los incesantes bombardeos de Israel en represalia por el ataque mortal de Hamás el 7 de octubre, algunos se preguntan por qué los vecinos Egipto y Jordania no los acogen.
Los dos países, que flanquean a Israel por lados opuestos y comparten fronteras con Gaza y la Cisjordania ocupada, respectivamente, han respondido con una firme negativa. Jordania ya tiene una gran población palestina.
El presidente egipcio, Abdel Fattah el-Sissi, hizo sus comentarios más duros hasta el momento el miércoles, diciendo que la guerra actual no solo tenía como objetivo luchar contra Hamás, que gobierna la Franja de Gaza, “sino también un intento de empujar a los habitantes civiles a (...) emigrar a Egipto”. Advirtió que esto podría arruinar la paz en la región.
El rey Abdullah II de Jordania dio un mensaje similar un día antes, diciendo: “No hay refugiados en Jordania, no hay refugiados en Egipto”.
Su negativa se basa en el temor de que Israel quiera forzar una expulsión permanente de los palestinos a sus países y anular las demandas palestinas de un Estado. El-Sissi también dijo que un éxodo masivo correría el riesgo de llevar a los militantes a la península egipcia del Sinaí, desde donde podrían lanzar ataques contra Israel, poniendo en peligro el tratado de paz de 40 años de antigüedad entre los dos países.
He aquí un vistazo a lo que está motivando las posturas de Egipto y Jordania.
Así ha sido el desplazamiento de Palestina por Israel
El desplazamiento ha sido uno de los temas principales de la historia palestina. En la guerra de 1948 en torno a la creación de Israel, se estima que 700 mil palestinos fueron expulsados o huyeron de lo que ahora es considerado Israel. Los palestinos se refieren al evento como la Nakba, que en árabe significa “catástrofe”.
En la guerra de Medio Oriente de 1967, cuando Israel se apoderó de Cisjordania y la Franja de Gaza, otros 30 mil palestinos tuvieron que huir, en su mayoría a Jordania.
Los refugiados y sus descendientes suman ahora casi 6 millones, la mayoría de los cuales viven en campamentos y comunidades en Cisjordania, Gaza, Líbano, Siria y Jordania. La diáspora se ha extendido aún más, y muchos refugiados han construido sus vidas en los países árabes del Golfo o en Occidente.
Después de que cesaron los combates en la guerra de 1948, Israel se negó a permitir que los refugiados regresaran a sus hogares. Desde entonces, Israel ha rechazado las demandas palestinas de un retorno de los refugiados como parte de un acuerdo de paz, argumentando que amenazaría a la mayoría judía del país.
Egipto teme que la historia se repita y que una gran población de refugiados palestinos de Gaza acabe quedándose para siempre.
Palestinos no tienen garantía de poder volver a sus territorios
Eso se debe en parte a que no hay un escenario claro de cómo terminará esta guerra.
Israel dice que tiene la intención de destruir a la milicia Hamás por su sangriento alboroto en sus ciudades del sur. Pero no ha dado ninguna indicación de lo que podría suceder después y quién gobernaría Gaza. Ello ha suscitado la preocupación de que vuelva a ocupar el territorio durante un tiempo, lo que alimentará nuevos conflictos.
El ejército israelí dijo que los palestinos que siguieron su orden de huir del norte de Gaza a la mitad sur de la franja podrán regresar a sus hogares después de que termine la guerra.
Egipto no está tranquilo.
El-Sissi dijo que los combates podrían durar años si Israel argumenta que no ha aplastado lo suficiente a los milicianos. Propuso que Israel albergue a los palestinos en su desierto del Néguev, vecino de la Franja de Gaza, hasta que ponga fin a sus operaciones militares.
“La falta de claridad de Israel con respecto a sus intenciones en Gaza y la evacuación de la población es en sí misma problemática”, dijo Riccardo Fabiani, director del proyecto de Crisis Group International para el norte de África. “Esta confusión alimenta los temores en el vecindario”.
Egipto ha presionado para que Israel permita el ingreso de ayuda humanitaria a Gaza, e Israel dijo el miércoles que lo haría, aunque no dijo cuándo. Según Naciones Unidas, Egipto, que está lidiando con una crisis económica en espiral, ya alberga a unos 9 millones de refugiados y migrantes, incluidos unos 300 mil sudaneses que llegaron este año después de huir de la guerra de su país.
Pero los países árabes y muchos palestinos también sospechan que Israel podría aprovechar esta oportunidad para forzar cambios demográficos permanentes para arruinar las demandas palestinas de un Estado en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este, que también fue capturada por Israel en 1967.
El-Sissi repitió el miércoles las advertencias de que un éxodo de Gaza tenía la intención de “eliminar la causa palestina (...) la causa más importante de nuestra región”. Argumentó que si se hubiera creado un Estado palestino desmilitarizado hace mucho tiempo en negociaciones, no habría guerra ahora.
“Todos los precedentes históricos apuntan al hecho de que cuando los palestinos se ven obligados a abandonar el territorio palestino, no se les permite regresar”, dijo H.A. Hellyer, investigador asociado principal del Carnegie Endowment for International Peace. “Egipto no quiere ser cómplice de la limpieza étnica en Gaza”.
Los temores de los países árabes no han hecho más que avivarse por el ascenso bajo el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, de partidos de extrema derecha que hablan en términos positivos sobre la expulsión de los palestinos. Desde el ataque de Hamas, la retórica se ha vuelto menos moderada, con algunos políticos de derecha y comentaristas de los medios de comunicación pidiendo a los militares que arrasen Gaza y expulsen a sus habitantes. Un legislador dijo que Israel debería llevar a cabo una “nueva Nakba” en Gaza.
¿Qué pasará con Hamás su hay un éxodo de Gaza?
Al mismo tiempo, Egipto dice que un éxodo masivo de Gaza llevaría a Hamás u otros militantes palestinos a su territorio. Eso podría ser desestabilizador en el Sinaí, donde el ejército egipcio luchó durante años contra militantes islámicos y en un momento acusó a Hamas de respaldarlos.
Egipto ha respaldado el bloqueo israelí de Gaza desde que Hamás asumió el control del territorio en 2007, controlando estrictamente la entrada de materiales y el paso de civiles de un lado a otro. También destruyó la red de túneles bajo la frontera que Hamás y otros palestinos utilizaban para contrabandear bienes a Gaza.
Con la insurgencia del Sinaí en gran medida sofocada, “El Cairo no quiere tener un nuevo problema de seguridad en sus manos en esta región problemática”, dijo Fabiani.
El-Sissi advirtió sobre un escenario aún más desestabilizador: la destrucción de Egipto e Israel del acuerdo de paz de 1979. Dijo que con la presencia de militantes palestinos, el Sinaí “se convertiría en una base para ataques contra Israel. Israel tendría derecho a defenderse... y golpearía territorio egipcio”.
“La paz que hemos logrado se desvanecerá de nuestras manos”, dijo, “todo por el bien de la idea de eliminar la causa palestina”.