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Elecciones en Argentina: ¿Cómo le hizo Sergio Massa para vencer a Javier Milei?

Sergio Massa, quien hasta cierto punto no ha logrado bajar la inflación en Argentina, sorprendió al conseguir el primer lugar en las votaciones.

Sergio Massa había quedado tercero en las PASO de agosto pasado. (Maria Amasanti/Photographer: Maria Amasanti/Blo)

Una vez más, Argentina demostró que cuando se trata de política, hay que esperar lo inesperado.

El candidato del Gobierno, Sergio Massa, no solo obtuvo la victoria en las elecciones del domingo 22 de octubre, sino que estuvo cerca de ganar la Presidencia sin necesidad de ir a una segunda vuelta.

Ahora tendrá que enfrentarse al libertario Javier Milei en una segunda vuelta el próximo 19 de noviembre, que promete ser un choque ‘feroz’ entre ideologías económicas radicalmente diferentes.

Massa promete mantener el Estado de bienestar de Argentina, incluida la educación pública gratuita y protecciones para las empresas industriales locales, mientras que Milei promete recortar el gasto de tajo y dolarizar la economía para poner fin a la inflación galopante.

¿Cuáles son las conclusiones más importantes de la elección del domingo?

Nunca hay que dar por muerto al Peronismo

No muchos políticos tendrían posibilidades en unas elecciones después de ser, hasta cierto punto, el responsable de una tasa de inflación de casi 140 por ciento.

Sin embargo, Massa, quien también es ministro de Economía, ha utilizado todos los ‘trucos’ posibles para ganar el apoyo de los votantes que temen perder una ‘canasta’ de subsidios y ayudas sociales.


Días antes de la votación, la campaña de Massa colocó carteles en estaciones de metro que mostraban la diferencia en los precios de las tarifas que los argentinos pagarían bajo su gobierno versus el de Milei: los actuales 59 pesos, o 6 centavos, en comparación con 700 pesos sin los subsidios que otorga la actual administración peronista.

La estrategia dio frutos. Massa obtuvo 3 millones de votos más el domingo en comparación con el tercer puesto de su coalición en las primarias de agosto. Mientras tanto, el favorito Milei perdió apoyos.

Massa abrió un camino claro hacia la Presidencia aprovechando la extensa red peronista de gobernadores, sindicatos y movimientos sociales.

“Los resultados de Massa demuestran que la maquinaria política peronista está viva y coleando y puede movilizar efectivamente a los votantes en bastiones tradicionales clave en el norte del país y, fundamentalmente, en la provincia de Buenos Aires, incluso en medio de la apatía”, analizó Jimena Blanco, jefa del partido Investigación en América de la consultora Verisk Maplecroft.

Estilo de Milei ‘ahuyenta’ a votantes conservadores

El mensaje disruptivo de Javier Milei, incluido el intercambio de insultos con sus rivales de la coalición Juntos por el Cambio, era visto como su activo clave. Pero Milei terminó casi siete puntos porcentuales detrás de Massa, lo que demuestra que su estilo rompedor se ha topado con un muro entre los votantes que no ‘compran’ los cambios radicales que está ‘vendiendo’.

Milei lo admitió en su discurso postelectoral, cuando dijo que estaba dispuesto a unir fuerzas con Juntos, cuyo candidato quedó en tercer lugar, para derrotar al peronismo. Eso requeriría bajar el tono de parte de su retórica y de sus propuestas más radicales para negociar una agenda común con los miembros más conservadores de Juntos.

La falta de experiencia gubernamental de Milei también será el centro de atención, ya que los resultados indicaron que los argentinos no están tan dispuestos a aceptar lo desconocido como se pensaba inicialmente.

Martín Rapetti, director ejecutivo de la consultora Equilibra, con sede en Buenos Aires, consideró que un sector muy importante de votantes de Juntos no quiere que Massa gane, pero eso no significa que votarán por Milei.

“Lo que debe quedar claro para los mercados es que Massa ofrece más gobernabilidad que Milei, independientemente de la preferencia entre candidatos”, afirmó.

El Kirchnerismo perdió su poder

El liderazgo de Massa se sustenta en una actuación peronista muy fuerte en la provincia de Buenos Aires, el distrito electoral más grande del país. El gobernador Axel Kicillof, un aliado de Massa, retuvo el cargo con casi 45 por ciento de los votos, demostrando una vez más que controlar la región contribuye en gran medida a influir en la política nacional en Argentina.

El triunfo de Kicillof se produce incluso después de un escándalo en el que se fotografió a su jefe de gabinete de vacaciones en un yate en Marbella con una modelo, una mala imagen en un momento de crisis económica nacional. Al final, las imágenes no parecieron perjudicar en absoluto a Kicillof: ganó la provincia más poblada por un amplio margen.

¿Cómo afectará esto a Cristina Fernández de Kirchner, la poderosa dos veces presidenta y actual vicepresidenta, a quien se consideraba la mente maestra de la política de la provincia entre bastidores? A pesar de su alianza táctica, el ascenso de Massa ha dejado de lado a Kirchner, quien ha desempeñado un papel destacado en la política desde que su marido Néstor fue elegido presidente en 2003.

La coalición de Macri falló en el momento más inoportuno

Juntos por el Cambio, la coalición proempresarial encabezada por el expresidente Mauricio Macri, estaba en la primera posición para formar el próximo Gobierno a principios de año. Sin embargo, las luchas internas entre facciones moderadas y conservadoras junto con la llegada de Milei las relegaron a la tercera posición. Esto habría sido impensable hace apenas unos meses.

Solo logró ganar en el bastión de la Ciudad de Buenos Aires a pesar de sus competitivos desempeños en las elecciones locales en todo el país. En una señal de sus problemas de campaña, no logró retener los votos que su coalición obtuvo en su conjunto durante las primarias de agosto, cuando su partido quedó en segundo lugar.

Está en juego todo el futuro de la alianza, dados los intentos de Massa y Milei de quedarse con esos votos. Eso acerca a Juntos a una posible ruptura pese a controlar varios gobiernos locales y una parte considerable de los legisladores.

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