La ONU dijo este viernes que está “perpleja” por la decisión del gobierno de Benjamín Netanyahu de expulsar y enviar a la Franja de Gaza a cientos de gazatíes que tenían permiso de trabajo en Israel, donde se encontraban cuando el grupo palestino Hamás comenzó la guerra al asesinar salvajemente a niños, mujeres y ancianos en territorio israelí el pasado 7 de octubre de 2023.
Al menos 700 gazatíes regresaron a la Franja desde Israel a través del paso Kerem Shalom, en el extremo sur, cerca de Egipto, tras haber estado retenidos por las autoridades israelíes desde los ataques terroristas de Hamás.
“Israel está cortando todo contacto con Gaza. No habrá más trabajadores palestinos de Gaza. Los trabajadores de Gaza que estaban en Israel el día del estallido de la guerra serán devueltos a Gaza”, indicó el Gabinete de Seguridad de Israel en un comunicado difundido la noche del jueves.
En respuesta, Liz Throssell, portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos dijo:
“No creo que necesite explicar la gravedad de la situación. Estas personas están siendo devueltas en esta situación increíblemente difícil y peligrosa, y no sabemos a dónde o si todavía tienen una vivienda a la que ir”
Los deportados son parte de los 4 mil pacientes y trabajadores palestinos que estaban en Israel y habían sido detenidos en instalaciones militares “sin un fundamento jurídico tras la revocación de sus permisos (de trabajo)”, explicó la portavoz.
Según datos discutidos en una reunión del Consejo de Administración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra, los 160 mil palestinos de Cisjordania que tenían permiso de trabajo en Israel lo han perdido, al igual que 20 mil gazatíes que podían entrar a diario a Israel con fines laborales.
Al menos 700 gazatíes regresaron hoy a la Franja de Gaza desde Israel a través del paso Kerem Shalom, en el extremo sur, cerca de Egipto, según constató un corresponsal de EFE en la zona.