La tregua entre Israel y Hamás entró en su quinto día con la promesa del grupo insurgente de liberar a más rehenes civiles para retrasar la reanudación de la guerra, e Israel bajo una creciente presión para que evite a los civiles palestinos una vez retome su campaña.
Ambos bandos acordaron prorrogar la tregua hasta el miércoles y se espera que haya otros dos canjes de rehenes capturados por los insurgentes por palestinos presos en Israel.
Pero Israel ha prometido repetidamente que reanudará la guerra “con toda su fuerza” para destruir a Hamás una vez que quede claro que no hay más rehenes a liberar en base a los términos del acuerdo en vigor.
Está previsto que el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, visite la región esta semana por tercera vez desde el inicio de los combates y que presione para que se amplíe la tregua y se deje libre a más rehenes.
EU pide evitar un ‘desplazamiento adicional’ de civiles
El gobierno de Joe Biden dijo a Israel que debe evitar un “desplazamiento significativo adicional” de civiles palestinos en el sur de la Franja de Gaza si reanuda la ofensiva y que debe operar con mayor precisión en esa zona del sitiado enclave costero que la mostrada en el norte, según funcionarios estadounidenses, que hablaron bajo condición de anonimato en cumplimiento de las normas establecidas por la Casa Blanca.
El jefe de Naciones Unidas, António Guterres, reiteró su llamado a una tregua a largo plazo y a la liberación de todos los rehenes, reflejando el amplio respaldo internacional al cese de las hostilidades.
Hamás y otros insurgentes siguen reteniendo a unas 160 personas de las 240 capturadas en su asalto del 7 de octubre sobre el sur de Israel, que provocó la guerra.
Esto sería suficiente para ampliar la tregua otras dos semanas más en base al acuerdo negociado por Qatar, Egipto y Estados Unidos, pero se espera que Hamás aumente sus exigencias para la liberación de los soldados cautivos.
En cualquier caso, Israel dice que está comprometida a reanudar la guerra, que es ya la más letal de las últimas décadas entre israelíes y palestinos. Israel culpa a Hamás del gran número de víctimas y sostiene que los insurgentes utilizan a civiles como escudos humanos mientras operan en pobladas zonas residenciales. Israel ha prometido poner fin a los 16 años de gobierno de Hamás en Gaza y aplastar su capacidad militar.
Para ello sería necesario ampliar su ofensiva terrestre desde el norte de Gaza — donde zonas residenciales enteras han quedado reducidas a escombros — hasta el sur, donde cientos de miles de desplazados se han hacinan en los desbordados refugios de Naciones Unidas.
Hamás liberó el lunes a 11 mujeres y niños en el cuarto y último canje previsto en el acuerdo de la tregua original de cuatro días, que entró en vigor el viernes. En este tiempo, Israel ha hecho lo propio con 33 presos palestinos. Con los del lunes, 51 rehenes israelíes han recuperado la libertad desde el inicio del cese el fuego, además de 19 de otras nacionalidades.
Por el momento, Israel ha sacado a 150 palestinos de sus prisiones. Israel dijo que ampliaría la tregua temporal un día por cada 10 rehenes extra liberados. Los reos palestinos que quedaron libres hasta la fecha eran en su mayoría adolescentes acusados de arrojar piedras y bombas incendiarias durante confrontaciones con las fuerzas israelíes.
Algunos fueron condenados por las cortes israelíes por intentar perpetrar ataques. Los palestinos suelen considerar a los presos héroes de la resistencia a la ocupación.
La mayoría de los rehenes liberados parecían estar bien, pero una mujer de 84 años que salió libre el domingo está hospitalizada en estado crítico porque no tuvo acceso a su medicación durante el cautiverio. Israel impuso un bloqueo total sobre Gaza al inicio de la guerra y hasta el alto el fuego solo había permitido la llegada de ayuda con cuentagotas, lo que causó escasez generalizada de alimentos, agua, medicinas y combustible.