El presidente Nicolás Maduro pidió el martes al mandatario estadounidense, Joe Biden, que retire todas las sanciones impuestas a Venezuela y se reanuden las relaciones de alto nivel entre ambos países.
Venezuela “exige que se levanten de manera permanente y definitiva todas las sanciones contra su economía, y que iniciemos un nuevo tiempo, una nueva era de relaciones de respeto y de colaboración al máximo nivel”, dijo Maduro durante un evento con representantes del sector empresarial venezolano.
“Estamos preparados, estamos listos, lo queremos, y es el consenso de todos los sectores políticos, religiosos, económicos, culturales, sociales de Venezuela”, insistió.
Los comentarios de Maduro se produjeron casi seis semanas después que Washington suspendió algunas sanciones a los sectores del petróleo, el gas y el oro de Venezuela.
Washington retiró temporalmente algunas de las sanciones después de que el gobierno de Maduro y una parte de la oposición llegaron a un acuerdo formal el mes pasado para alcanzar una serie de condiciones básicas para las próximas elecciones presidenciales, previstas para el segundo semestre de 2024.
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos emitió posteriormente una licencia general de seis meses que autoriza temporalmente las transacciones que involucren a los sectores de petróleo y gas de Venezuela, y otra medida que autoriza los negocios con la compañía estatal de extracción de oro. Además, eliminó la prohibición de negociación secundaria de determinados bonos soberanos venezolanos. La prohibición para negociar en el mercado primario de bonos venezolanos sigue vigente.
Sin embargo, el Departamento del Tesoro advirtió que están dispuestos a modificar o revocar las autorizaciones en cualquier momento en caso de que los representantes del gobierno venezolano no cumplan con sus compromisos. Los críticos de gobierno alertan que aún no se toman medidas concretas para garantizar comicios presidenciales libres y justos en 2024.
Venezuela rompió relaciones con Estados Unidos en 2019 bajo el argumento de que Washington impulsa planes para desestabilizar al gobierno y forzar su derrocamiento. Estados Unidos congeló todos los activos del gobierno venezolano en ese país y prohibió a sus ciudadanos y sus socios internacionales hacer negocios con Caracas con el fin de presionar a Maduro a dejar el poder. Washington argumenta que la reelección de Maduro en 2018 fue gracias a comicios fraudulentos.
El acercamiento entre los gobiernos de Washington y Caracas incluye un acuerdo que permitió la reanudación de las deportación de migrantes venezolanos. Según Naciones Unidas, casi 7.3 millones de migrantes y refugiados venezolanos han dejado el país en busca de mejores condiciones de vida.
A pesar de los acercamientos, Caracas mantiene sanciones sobre varios de los líderes opositores más populares, entre ellos María Corina Machado. La exlegisladora fue inhabilitada de ejercer cargos públicos por 15 años apenas meses después de ser elegida como candidata única de la oposición para enfrentar a Maduro.
Maduro ascendió al poder en 2013 y buscará la reelección el próximo año, mientras que la inhabilitación deja en duda si Machado podrá inscribir su candidatura para los comicios de 2024.