La cubierta del carguero Galaxy Leader está impregnada con mensajes de apoyo al grupo islamista Hamás.
Los rebeldes hutíes del Yemen secuestraron el buque el mes pasado mientras navegaba por el mar Rojo y, ahora, lo han convertido en una atracción turística que conmemora su mayor contribución a la guerra en la Franja de Gaza en apoyo a los palestinos.
Amarrado frente a las costas del puerto de Al Salif, el buque comercial de bandera panameña ahora está decorado con pintadas que rezan “Vivan las Brigadas al Qasam”, en referencia al brazo armado de Hamás, o “Muerte a EU, muerte a Israel y maldición para los judíos”.
Como si de una peregrinación se tratara, miles de simpatizantes de los hutíes, apoyados por Irán, se suben en pequeñas embarcaciones pesqueras para visitar el buque, secuestrado por los rebeldes el 19 de noviembre, alegando que es propiedad parcial de un empresario de Israel, a cuyos buques han negado el paso por el mar Rojo.
Excursiones turísticas
Los combatientes hutíes que custodian el barco de 189 metros de eslora y 32 de manga son los encargados de dar la bienvenida a los visitantes para que realicen un recorrido por la cubierta al que ha tenido acceso EFE.
“Hoy hemos recibido hasta 2 mil visitantes”, asegura a EFE uno de los guardias del Galaxy Leader mientras una turba de visitantes sube por unas escaleras hacia la cubierta del portavehículos, en cuya superficie se han desplegado grandes banderas de Estados Unidos e Israel para que sean pisoteadas por los “turistas”.
A disposición de las suelas de los zapatos de los visitantes también están una serie de fotografías con las caras del presidente de EU, Joe Biden, y del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Tampoco faltan los ‘selfies’, que los visitantes se toman con sus rifles de asalto AK-47, al tiempo que bailan al ritmo de canciones del movimiento chií reproducidas a través grandes altavoces instalados en las torres de control del Galaxy Leader.
“Vinimos a visitar el barco en apoyo a Gaza. Los criminales están atacando a civiles, edificios, mujeres y niños”, dijo a EFE Mohamed Sabir, un comerciante de unos cincuenta años que realiza un ‘tour’ por el buque acompañado de tres familiares.
Asimismo, deseó que los hutíes puedan capturar “hasta 40 barcos más” para presionar a Israel para detener sus operaciones contra la Franja de Gaza.
Secuestro de buques comerciales en apoyo a Gaza
Tras el estallido de la guerra en la Franja, los hutíes advirtieron que “no se quedarían de brazos cruzados” ante las acciones “genocidas” de Israel y, desde entonces, han lanzado una serie de ataques con misiles y drones contra territorio israelí que han sido interceptados.
Ante la ineficacia de sus acciones directas, los insurgentes optaron por atacar y secuestrar todo buque con bandera de Israel o de propiedad israelí que transitara frente a las costas del Yemen, una de las rutas marítimas comerciales más importantes del mundo.
El Galaxy Leader, propiedad de una empresa británica, operado por la naviera japonesa Nippon Yusen (NYK Line) y de propiedad parcial del magnate israelí Abraham “Rami” Unger, fue secuestrado el 19 de noviembre en una operación militar que hizo saltar las alarmas en todo el mundo por la inestabilidad marítima en el mar Rojo.
Los 25 miembros de la tripulación del buque, entre ellos mexicanos, están siendo “tratados de acuerdo con los valores islámicos”, según los hutíes, que han difundido imágenes de los marineros rehenes, bailando, cantando y comiendo con los combatientes yemeníes.
Asimismo, los hutíes han amenazado con tomar más acciones de este tipo si no cesa la guerra en Gaza, donde han muerto ya más de 16 mil personas en casi dos meses.
Hamza al Emad, de 21 años, considera que el secuestro de buques “no es suficiente”, pero asegura que representa “un respaldo significativo” para los objetivos de Hamás.
“Es sin duda un factor disuasivo porque humilla a los sionistas y a Estados Unidos, que se sienten que están por encima del mundo entero”, asegura Al Emad a EFE desde la cubierta del buque.