El presidente de Argentina, Javier Milei, abandonó, este lunes 8 de enero, el Hotel Libertador de Buenos Aires, el lugar donde vive desde el pasado 22 de octubre y que se ha convertido ya en uno de los espacios más emblemáticos de su mandato.
El libertario comenzó a hospedarse en este histórico inmueble hotelero tras la primera vuelta de las elecciones presidenciales.
Luego de su victoria, Milei continuó hospedándose en el lujoso hotel, por cuyo vestíbulo ha desfilado la plana mayor de su Gobierno, de la mediática política argentina y también internacional —como el caso del expresidente brasileño Jair Bolsonaro—.
El mandatario dijo ayer, en una entrevista radiofónica, que este lunes se trasladaría a la Quinta de Olivos, un predio de 30 hectáreas ubicado en la zona norte de Buenos Aires.
La polémica estancia en el Hotel Libertador
La prolongada estancia de Milei en el Hotel Libertador ha sido muy polémica, pues el Gobierno aún no ha especificado quién asumirá los costos de alojamiento del presidente y los miembros más cercanos de su equipo dentro del establecimiento de cuatro estrellas, en el que el precio promedio de una habitación ronda los 150 dólares por noche, según su sitio web.
El edificio del Hotel Libertador, un rascacielos con 212 habitaciones, se construyó a finales de la década de los setenta del siglo pasado en la Avenida Córdoba, una de las más exclusivas del microcentro porteño.
El hotel ha sido gestionado por cadenas hoteleras como Kempinski o Sheraton, pero es propiedad del grupo Inversiones y Representaciones Sociedad Anónima (IRSA), una sociedad comercial que controla el empresario Eduardo Elsztain, miembro de la importante comunidad judía de Argentina.
¿Con quién vivirá Milei en Olivos?
Los que no han estado alojados en el hotel fueron los cuatro cachorros de Milei, a los que el presidente denomina “hijitos de cuatro patas”.
Las normas del establecimiento obligaron al libertario a alojar a sus perros en otro lugar de la ciudad.
De momento, los enormes mastines ingleses tampoco podrán trasladarse a la Quinta de Olivos.
Según la prensa argentina, las complejas reformas en la residencia presidencial —donde se estaban construyendo cuatro receptáculos especiales para ellos— aún no han sido completadas.
Los rumores en torno a la vida privada de Javier Milei no han dejado de crecer con la llegada del economista a la Presidencia del país, por lo que todavía se desconoce quién vivirá con él en la Quinta de Olivos.
Se ha descartado que su pareja, la humorista Fátima Flórez, vaya a trasladarse con él, mientras que la prensa argentina ha difundido que la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, gran amiga suya, sí lo acompañará.
Este palacete neoclásico y sus treinta hectáreas de jardines se construyeron en 1854 y han sido la residencia presidencial durante las últimas seis décadas.
El presidente utilizará la Quinta de Olivos como su lugar de trabajo y no sólo como residencia.
De hecho, el portavoz presidencial confirmó hoy que el mandatario trabajará desde allí la mayor parte de la semana y acudirá a la Casa Rosada, la emblemática sede del Ejecutivo, los martes y los jueves para las reuniones periódicas de su Gabinete.