LA HAYA.- Sudáfrica aseguró hoy que los “actos genocidas” de los que acusa a Israel “no son marginales, y están incorporados en la política estatal” de Tel Aviv, y señaló como prueba el “lenguaje de deshumanización sistemática” usado por altos cargos israelíes para calificar a los palestinos de Gaza de “animales humanos”.
“La violencia y la destrucción en Palestina e Israel no comenzó el 7 de octubre de 2023. Los palestinos han experimentado una opresión y violencia sistemática durante los últimos 76 años”, dijo el ministro de Justicia de Sudáfrica, Ronald Lamola.
“La intención genocida de Israel tiene sus raíces en la creencia de que el enemigo no es sólo el ala militar de Hamás, o incluso Hamás en general, sino que está incrustado en el tejido de la vida palestina en Gaza. Israel es la potencia ocupante que controla Gaza. Controla la entrada, la salida y el movimiento interno dentro de Gaza”, aseguró el abogado sudafricano Tembeka Ngcukaitobi, durante una audiencia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
El abogado enumeró declaraciones hechas por representantes israelíes en un “lenguaje de deshumanización sistemática”, en las que se ha calificado a los palestinos como “animales humanos” y donde “Hamás y los civiles son condenados por igual” y se considera que en la Franja “no hay civiles inocentes”.
“Los actos genocidas no son marginales, sino que están incorporados en la política estatal. Los soldados en el terreno entienden claramente la intención de destruir. Algunos miembros de la sociedad israelí también lo entienden plenamente, ya que el gobierno enfrenta críticas cuando permite ayuda en Gaza, pues lo acusan de retractarse de su promesa de matar de hambre a los palestinos”, explicó el letrado.
El caso que escucha este jueves y viernes la CIJ se centra en la presunta violación por parte de Israel de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio, aprobada en 1948 y en vigor en 152 países.
Pero estas audiencias no entrarán aún en el fondo del caso, y solo se centrarán en la necesidad de medidas cautelares solicitadas por Sudáfrica contra Israel para proteger a los palestinos.
Ngcukaitobi advirtió de que la falta de condena de este discurso “ha servido para normalizar la retórica genocida en extremo peligro para los palestinos dentro de la sociedad israelí” y promueve la retórica de que “los palestinos en Gaza deben ser destruidos”, lamentó.
“Periodistas y comentaristas han anunciado que la mujer es un enemigo, el bebé es un enemigo, la mujer embarazada es un enemigo. Que es necesario convertir la Franja en un matadero, demoler cada casa que nuestros soldados se encuentren. Exterminar a todos. El fracaso intencionado del gobierno de Israel de condenar, prevenir y castigar estas incitaciones al genocidio supone en sí mismo una gran violación de la Convención contra el Genocidio”, agregó.
Sudáfrica acusó a “líderes políticos israelíes, comandantes militares, y personas que tienen cargos oficiales” de declarar públicamente su “intención genocida de forma sistemática y explícita”.
Aseguró también que “los soldados en el terreno entienden claramente la intención de destruir” la Franja como objetivo de la ofensiva militar, que comenzó después del ataque del grupo miliciano Hamás a los territorios ocupados de Israel el 7 de octubre, que dejó más de mil 200 muertos.
“Cualquier sugerencia de que los funcionarios israelíes no quisieron decir lo que dijeron o que tanto los soldados como los civiles no entendieron bien lo que dijeron, debería ser rechazada por este tribunal. Las pruebas de la intención genocida no sólo son escalofriantes, sino también abrumadoras e incontrovertibles”, aseguró.
La ofensiva israelí sobre Gaza ha dejado devastado el enclave, con más de 23 mil 300 palestinos asesinados, más de 60 mil heridos y 1.9 millones de desplazados en un territorio habitado por 2,3 millones de personas.
¿Cuánto durará el juicio contra Israel en La Haya?
La audiencia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya durará dos días, y es la versión pública de un caso histórico, uno de los más importantes que se escucha en un tribunal internacional y que llega al corazón de uno de los conflictos más difíciles del mundo.
Sudáfrica busca que la máxima Corte emita órdenes preliminares vinculantes para obligar a Israel a detener su campaña militar en Gaza.
“Los genocidios nunca se declaran por adelantado, pero este tribunal tiene el beneficio de las últimas 13 semanas de evidencia que muestra de manera incontrovertible un patrón de conducta e intención relacionada que justifica como una afirmación plausible de actos genocidas”, dijo a los jueces la abogada sudafricana Adila Hassim en la sala repleta y ornamentada del Palacio de la Paz en La Haya.
“Nada detendrá el sufrimiento, excepto una orden de este tribunal”, afirmó.
El abogado Tembeka Ngcukaitobi apuntó que ha habido ataques contra hogares familiares y civiles, además de que la guerra ha sido contra los niños palestinos, lo cual deja claro que hay una intención genocida en práctica.
“¿Qué Estado admitiría una intención genocida? Sin embargo, la característica distintiva de este caso no ha sido el silencio como tal, sino la reiteración y repetición del discurso genocida en todas las esferas del Estado de Israel”, dijo.
Esta disputa también implica a la identidad sudafricana: su partido en el gobierno, el Congreso Nacional Africano, compara desde hace tiempo la estrategia israelí en Gaza y Cisjordania con su propia historia durante el régimen del apartheid impuesto por la minoría blanca, que restringía a la mayoría de la población negra a zonas concretas hasta su final en 1994.
Sudáfrica ha destacado que la violencia de Israel en Palestina no comenzó el 7 de octubre (tras la respuesta militar por la incursión de Hamás), sino que ha estado presente desde 1948, cuando Israel se declaró como Estado y tomó las tierras, desalojando a unas 700 mil personas palestinas de sus viviendas. Han pasado 75 años e Israel no ha permitido que la población palestina recupere sus hogares.
La corte mundial, que se pronuncia en disputas entre estados, nunca ha juzgado a un país como responsable de genocidio. Lo más cerca que estuvo fue en 2007, cuando determinó que Serbia “violó la obligación de prevenir el genocidio” en la masacre de julio de 1995, cuando fuerzas serbobosnias masacraron a más de 8 mil hombres y niños musulmanes en el enclave bosnio de Srebrenica.
Con información de AP.