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Autoridad Palestina pide incluir a colonos israelíes en listas de organizaciones terroristas

Desde antes de la guerra en Gaza, el Gobierno de Israel ha aprobado la construcción de miles de viviendas para colonos israelíes en tierras de Palestina, algo que la ONU considera ilegal.

En Jerusalén proliferan las banderas israelíes, donde hay proyectos para alzar más asentamientos para colonos israelíes en terrenos de personas palestinas. (EFE)

La Autoridad Palestina ha reclamado este martes la entrada en las listas internacionales de grupos terroristas a las organizaciones de colonos israelíes que están ocupando con mayor intensidad territorios palestinos en Cisjordania y Jerusalén Este en las últimas semanas, coincidiendo con la ofensiva israelí sobre Gaza.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de la Autoridad Palestina ha denunciado a través de un comunicado que dichas acciones son “una expresión de una política oficial israelí” encabezada por los ultraderechistas ministros de Economía, Bezalel Smotrich, y de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir.

El objetivo, alerta Exteriores, es primero “llevar la situación en Cisjordania a una espiral de violencia y caos difíciles de controlar”, para después tumbar los acuerdos internacionales sobre la creación de un Estado palestino, la destrucción de la Autoridad Palestina y finalmente la anexión del territorio.

“El extremismo israelí (...) profundiza las bases del terrorismo judío en Cisjordania y las expande con el apoyo y la protección de la extrema derecha presente en el Gobierno israelí”, ha denunciado en un comunicado publicado a través de su cuenta en la red social X.


La Autoridad Palestina no solo pone el foco en el Gobierno de Benjamin Netanyahu, sino que también vuelve a criticar la “debilidad” de las respuestas de la comunidad internacional ante los “ataques por parte de colonos y sus repercusiones tanto en el escenario del conflicto como en toda la región.

“La escalada de los crímenes de los colonos es una prueba clara de que el Gobierno israelí ignora las posiciones internacionales y estadounidenses que rechazan sus crímenes (...) y una prueba más de que las decisiones y sanciones adoptadas por una serie de países son insuficientes”, ha manifestado.

Los colonos israelíes toman más tierras palestinas en Cisjordania

La organización ONG Peace Now ha documentado que los asentamientos israelíes en Cisjordania ocupada se han extendido a un ritmo sin precedentes desde octubre.

“Los colonos están aprovechando la guerra en Gaza para cambiar la realidad sobre el terreno y tomar efectivamente el control de extensas áreas en el Área C”, de Cisjordania, que abarca el 60 por ciento del territorio palestino ocupado y sobre el cual Israel tiene el control administrativo y de seguridad.


Tras al menos tres meses de que escaló la guerra en Gaza, ha habido un aumento en las actividades de asentamiento, incluida la instalación de nuevos campamentos de colonos, más carreteras, vallas y barricadas en territorios palestinos, señala la organización en un comunicado.

Ya se han establecido nueve campamentos nuevos para colonos israelíes y se han fundado 18 caminos pavimentados ilegales, muchos de ellos en tierras privadas de Palestina. Además, los colonos bloquean las carreteras palestinas.

Desde febrero de 2023, antes de que escalara la guerra nuevamente, el Gobierno de Israel ha implementado una política de expansión colona. Israel aprobó el año pasado la construcción de más de 13 mil viviendas para colonos israelíes en Cisjordania, un aumento del 300 por ciento en comparación con 2022.

La ONU considera ilegales todos los asentamientos israelies en Cisjordania ocupada, pero Israel los legaliza.

Los asentamientos en Jerusalén

También en zonas como Jerusalén Este ocupado se incrementan los proyectos de asentamientos israelíes.

“Miles de viviendas han sido proyectadas desde el comienzo de la guerra”, subraya a EFE Yonatan Mizrachi, de la organización no gubernamental Peace Now, que contabiliza la construcción de colonias judías en territorio palestino desde 2012.

Los datos de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, en su sigla en inglés) muestran que en Jerusalén Este se destruyeron el año pasado 229 “estructuras” de palestinos, provocando que más de seiscientos residentes tuvieran que desplazarse. En 2022 habían sido 144 la construcciones demolidas.

Si se suma Cisjordania ocupada, las cifras de 2023 alcanzan las mil 128 construcciones derribadas y los 2 mil 249 desplazados para dar paso en un futuro a asentamientos israelíes.

Frenar esta política es muy complicado, advierte Mizrachi. Sobre todo en Jerusalén Este, que los israelíes consideran como su “capital indivisible”, mientras los palestinos esperan que la parte oriental de la urbe sea la capital de su futuro Estado.

Peace Now no desfallece de su batalla legal contra planes urbanísticos que denuncia que se saltan no ya la ley internacional contra la ocupación de territorios, sino incluso la israelí, y recientemente el Tribunal Supremo de Israel aceptó una petición suya para investigar asentamientos ilegales.

Mientras siga este Gobierno, Mizrachi está convencido de que “solo hay una persona que pueda parar” la expansión colona: Joe Biden, el presidente de Estados Unidos, principal aliado de Israel.

Más allá de Gaza: La violencia de Israel en Cisjordania

Cisjordania vive su mayor espiral de violencia desde la Segunda Intifada (2000-2005), y este 2024 ya son 33 los palestinos muertos, todos ellos por disparos de fuerzas israelíes durante ataques y enfrentamientos vinculados al conflicto.

Desde octubre, unos 355 palestinos -incluido 89 menores- han muerto en eventos violentos en Cisjordania, una gran parte de ellos por fuerzas israelíes, y también una decena muertos a manos de colonos de línea ultraderechista, que incrementaron en gran medida sus ataques y agresiones desde el conflicto con Gaza.

En medio de esta escalada, las redadas israelíes en Cisjordania continúan a diario. Según la Asociación de Presos palestinos, desde el 7 de octubre las tropas israelíes arrestaron al menos a 5 mil 875 palestinos, parte de ellos aún encarcelados y otros liberados.

Unos 355 menores fueron detenidos, y los arrestos de mujeres superaron los 200, detalla la organización, que denuncia que a su vez se ha registrado “una tendencia ascendente en el nivel de brutalidad” usado por fuerzas israelíes, lo que incluye “torturas”, “malos tratos” o “fuertes agresiones”.

Según la misma entidad, los prisioneros palestinos en cárceles israelíes rondaban los 8 mil 800 a finales de diciembre, una cifra muy alta en relación a los alrededor de 5.250 de antes de la guerra.

Con información de EFE.

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