Tras los primeros 13 días de la declaración de un “conflicto armado interno” contra el crimen organizado, por parte del Gobierno de Ecuador, 2 mil 763 personas han sido detenidas, 158 fueron arrestados por presunto terrorismo.
La cifra se desprende de un balance del Gobierno de Ecuador, el cual fue publicado este domingo 21 de enero, sobre las operaciones policiales y militares realizadas en el territorio, bajo este nuevo escenario, donde 22 bandas del crimen organizado han sido consideradas como grupos terroristas.
Entre el 9 y el 21 de enero, las autoridades ecuatorianas confirmaron haber abatido a cinco presuntos miembros de las organizaciones criminales, mientras que dos policías fueron asesinados y otros once fueron liberados de distintos secuestros ejecutados aparentemente por estas mafias.
También se han incautado mil tres armas de fuego, mil 222 armas blancas, 126 alimentadoras de armas, más de 35 mil 700 balas, 4 mil 802 explosivos, así como más de 10 mil 500 kilogramos de drogas y más de 23 mil 100 dólares en efectivo.
De acuerdo al balance del Ejecutivo, en estos 13 días se realizaron 13 atentados a infraestructuras públicas y privadas y doce a establecimientos policiales. Las fuerzas del orden han desplegado 31 mil 539 operativos y han aprehendido 15 embarcaciones.
En medio del estado de excepción y del conflicto armado interno, con los militares a cargo de la seguridad, el miércoles fue asesinado el fiscal César Suárez, quien estaba a cargo de las investigaciones de la incursión armada al canal TC televisión el 9 de enero, en Guayaquil.
La Justicia ha ordenado la prisión preventiva de dos presuntos implicados en el asesinado del fiscal Suárez.
El “conflicto armado interno” fue declarado por el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, el 9 de enero, luego de una oleada de atentados y acciones violentas atribuidas al crimen organizado, que incluyeron el secuestro y asesinato de policías, alertas de explosiones, vehículos incendiados y motines simultáneos en cárceles con toma de rehenes, quienes ya fueron liberados.
Durante esos motines se fugaron cerca de 90 presos, entre ellos Fabricio Colón Pico, considerado uno de los cabecillas de la banda ‘Los Lobos’ y señalado de presuntamente planear un atentado contra la fiscal general, Diana Salazar.
Antes de esos episodios había huido José Adolfo Macías Villamar, más conocido como ‘Fito’, el líder de ‘Los Choneros’, una de las bandas más violentas del país.