Chile da su último adiós a Sebastián Piñera este viernes 9 de febrero en el tercer día de duelo nacional, en que tendrá lugar la misa y el funeral del exmandatario de centroderecha, con todos los honores de un funeral de Estado.
El mundo político le rendía honores en el antiguo Congreso Nacional con un homenaje institucional encabezado por el presidente Gabriel Boric y discursos de representantes de los tres poderes del Estado.
“Fue un demócrata ejemplar”, afirmó el expresidente Eduardo Frei, uno de los asistentes al homenaje, que también dio discurso.
Los asistentes ovacionaron la presencia de la familia y su mención durante los discursos, asi como la llegada de Boric, cuya gestión del funeral ha sido alabada por todo el arco político chileno.
Será el segundo funeral que se vive en el país tras el de quien fue su primer presidente desde la vuelta a la democracia, Patricio Aylwin (1990-1994).
Miles de chilenos pasaron por el antiguo Congreso en la tarde del miércoles y durante el jueves, a veces soportando jornadas de mucho calor y esperas de hasta cuatro horas para rendir homenaje al expresidente.
Desde el Congreso, se trasladará el féretro a la cercana Catedral de Santiago, donde se oficiará una misa con la participación de autoridades, expresidentes y personas venidas de fuera para esta ocasión.
Posteriormente, el féretro pasará por el palacio presidencial La Moneda, donde el presidente Boric encabezara un homenaje póstumo.
De ahí, los restos fúnebres se dirigirán al Parque del Recuerdo, según ha trascendido, para un sepelio íntimo del exmandatario junto a su padre, según ha trascendido en la prensa chilena.
PERFIL: ¿Quién fue Sebastián Piñera?
Sebastián Piñera, empresario y dueño de una de las mayores fortunas del país, fue dos veces presidente de Chile, la primera vez en 2010-2014, un mandato recordado por la reconstrucción tras el gran terremoto de 2010 y el espectacular rescate de 33 mineros encerrados durante más de un mes ese mismo año en una mina en el Desierto de Atacama.
Fue reelegido para el período 2018-2022, una administración marcada por la gestión del estallido social, en la que recibió muchas críticas por las graves violaciones a los derechos humanos cometidas en la represión de las manifestaciones sociales. Durante la pandemia de coronavirus, Chile tuvo algunos de los toques de queda y confinamientos más largos del mundo y a la vez estuvo entre los cinco países con mayor tasa de vacunación del mundo.
Fue el primer presidente conservador en llegar al poder a Chile en democracia, tras 20 años de gobiernos de la concertación y encarnó una derecha más moderada.
También es recordado por su autocrítica correspondiente al período de dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), cuando reconoció la figura de los “cómplices pasivos”, aquellos que pudieron hacer más para detener las detenciones arbitrarias, torturas y asesinatos cometidos por ese régimen y no lo hicieron.