Mientras que el creciente número de personas migrantes en Estados Unidos ha causado división entre los políticos de todo el país —y avivado la angustia entre un sector de votantes— hay un lugar donde casi todos parecen estar igualmente optimistas: Wall Street.
El mes pasado, la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) —que no tiene carácter partidista— calculó que la inmigración generará un aumento de 7 billones de dólares al producto interno bruto (PIB) durante la próxima década. La agencia llegó a esa conclusión después de incorporar el reciente aumento de la inmigración.
La publicación de la CBO provocó una oleada de nuevos cálculos entre los economistas de los bancos de inversión, para dar cuenta del impulso que aquellos que recientemente llegan al país están dando a la fuerza laboral y al gasto de los consumidores. El domingo, Goldman Sachs Group Inc revisó al alza sus pronósticos de crecimiento económico a corto plazo. JPMorgan Chase & Co. y BNP Paribas SA estuvieron entre los bancos que reconocieron el impacto económico del aumento de la inmigración en las últimas semanas.
“La inmigración no es solo una cuestión con mucha carga social y política, sino también una cuestión macroeconómica importante”, escribió el martes Janet Henry, economista jefe global de HSBC Holdings Plc., en una nota a sus clientes. Ninguna economía avanzada se está beneficiando tanto de la inmigración como Estados Unidos y “el impacto de la migración ha sido una parte importante del crecimiento de EE.UU. durante los últimos dos años”.
Los economistas de Morgan Stanley Sam Coffin y Ellen Zentner señalaron este mes que un crecimiento demográfico más rápido impulsado por la inmigración se presta a estimaciones de empleo y población más sólidas de lo que se pensaba inicialmente, aunque agregó que es posible que los datos oficiales no capturen el efecto total.
Es difícil precisar la escala exacta de la afluencia de personas nacidas en el extranjero, debido a que muchos ingresaron sin visas u otra documentación. Pero los estadísticos de la CBO utilizaron datos de la Aduana y la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos para obtener su proyección revisada al alza de inmigración neta, según el análisis de Morgan Stanley.
Goldman estima que la inmigración fue de alrededor de 2.5 millones en 2023, una cifra muy superior a los 1.6 millones que implica el cambio en la población nacida en el extranjero en la encuesta oficial de hogares de la Oficina del Censo.
El tono positivo entre los economistas contradice lo observado durante la campaña electoral, mientras un aumento en el número de personas inmigrantes indocumentadas que ingresan a EU a través de la frontera sur aviva la lucha política. La proporción de estadounidenses que considera que la inmigración es el problema más importante que enfrenta EU ahora iguala a un récord en datos registrados hace cuatro décadas, según una encuesta reciente de Gallup. Los 32.5 millones de trabajadores inmigrantes del país ahora representan aproximadamente uno de cada cinco trabajadores estadounidenses, un récord en datos gubernamentales que se remontan a casi dos décadas.
Sin duda, tanto economistas como autoridades han observado desde hace algún tiempo la conexión entre la mayor afluencia de trabajadores extranjeros y la rápida recuperación pospandémica. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha mencionado en repetidas ocasiones que la inmigración es una de las razones detrás del fuerte crecimiento económico.