Los recintos electorales cerraron el domingo y de inmediato inició el conteo de sufragios en la consulta popular y referendo impulsados por el presidente ecuatoriano Daniel Noboa que buscan endurecer la lucha contra la violencia, desatada desde el 2021 por parte del crimen organizado.
Con el sonido de las sirenas en las escuelas convertidas en juntas de votación terminó la jornada, a la que fueron convocados 13.6 millones de ecuatorianos.
Fue la tercera consulta en poco más de un año, aunque la primera celebrada durante el gobierno de Noboa, un empresario millonario de 36 años que asumió el poder en noviembre por un periodo de apenas 18 meses y que puede presentarse a la reelección en febrero.
Se espera que los primeros resultados de la jornada electoral se divulguen entre dos y tres horas después del cierre de las urnas.
En esta consulta los ecuatorianos debían pronunciarse sobre 11 preguntas. Hay la posibilidad de que unas sean aprobadas y otras rechazadas.
Se trata de una iniciativa de Noboa, que busca contener la violencia de bandas asociadas al narcotráfico que han sumido al país sudamericano en la inseguridad en los últimos tres años. Por eso los colegios electorales permanecieron todo el día con una fuerte custodia policial y militar y no se permitió ingresar a ellos con bolsos o mochilas por razones de seguridad.
Por la tarde, la policía informó del asesinato del director de una cárcel en la ciudad de Portoviejo en la provincia de Manabí, ubicada a 234 kilómetros al suroeste de Quito, en el que fue el único acto de violencia reportado durante la jornada. Medios locales dijeron que el crimen ocurrió en un local de comida, donde se encontraba la víctima.
Noboa emitió su voto antes del mediodía en la pequeña localidad costera de Olón, 312 kilómetros al suroeste de la capital, donde tiene su residencia, en medio de un gran despliegue de seguridad con militares portando chalecos antibalas y armas de grueso calibre. Tras el sufragio, mostró la papeleta rayada 11 veces sí y se retiró sin dar declaraciones.
Poco antes, al inaugurar la jornada, señaló que con la consulta popular se busca “afrontar el reto de luchar contra la violencia, el crimen organizado, la lucha contra la corrupción y generación de empleo”.
En la semana previa a la consulta, el ambiente de violencia imperante en el país y uno de los ejes centrales de los comicios, se registró el asesinato a balazos de los alcaldes de dos ciudades mineras al sur del país.
“Yo voté 11 veces ‘sí’ porque quiero que se acabe esta violencia, este miedo, no podemos vivir así con temor a salir de nuestra casas”, dijo Leonor Sandoval, ama de casa de 39 años, quien votó por la mañana en un recinto del norte capitalino.
Pero Jacinto Mena, profesor de primaria de 46 años, comentó que rechazó todas las preguntas. “El presidente (Noboa) está convencido de que con la violencia acabará con la violencia, eso es un error que han cometido otros países como Colombia y México”. Agregó que lo que falta es educación, trabajo y dinero para la salud.
El sufragio es obligatorio para los ecuatorianos entre 18 y 64 años y opcional para los jóvenes de 16 y 17 años. Ecuador es un país con 17 millones de habitantes.
Las 11 preguntas, en las que los ciudadanos deberán responder “sí” o “no” en una sola papeleta, son un nuevo intento para reformar normas que, según las autoridades, dificultan la lucha contra la violencia. Cinco implican enmiendas a la Constitución, y seis no cambian la carta magna, pero sí leyes secundarias.
Entre los temas sobre los que deben pronunciarse los ecuatorianos está si la presencia militar debe continuar en las calles para el control de la seguridad interna, como ordenó Noboa a inicios de año en medio de una oleada de ataques de bandas criminales y de motines en prisiones. En situaciones ordinarias, el control y vigilancia de la seguridad ciudadana es competencia privativa de la policía y las cárceles, del organismo rector del sistema penitenciario.
También plantea un aumento de penas para los delitos de terrorismo y otros conexos a la delincuencia organizada y el narcotráfico, así como la tipificación de delitos de tenencia y porte de armas, cuyo uso es exclusivo de las fuerzas del orden.
En el nuevo llamado a las urnas, hay además una pregunta para permitir la extradición de ecuatorianos a otros países, que hasta ahora está prohibida por ley y otra para la creación de judicaturas especializadas en temas constitucionales. Las autoridades han denunciado que la vía constitucional ha sido utilizada de forma abusiva por delincuentes para salir de la cárcel, llevando sus recursos a juez locales o provinciales.
También se consulta la posibilidad de que el armamento, municiones y otros artículos incautados a delincuentes puedan ser usados inmediatamente por la fuerza pública y que los bienes decomisados pasen a propiedad del Estado.
Pese a ser una consulta popular enfocada en la seguridad, el gobierno incluyó dos preguntas para que se permita la vigencia de los contratos laborales a plazo fijo y por horas, hasta ahora no reconocidos en la legislación ecuatoriana, y para que los arbitrajes internacionales sean un método de solución de controversias. Están prohibidos en la Constitución.
Ecuador lleva tres años sumido en un clima de inseguridad, con un aumento récord de asesinatos que llevaron la tasa de muertes violentas al cierre de 2023 a 40 por cada 100 mil habitantes, una de las más altas del continente. El año pasado hubo más de 7 mil 600 crímenes. Las autoridades lo atribuyen a la acción de bandas criminales relacionadas con el narcotráfico.