El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha tildado de “peligroso” e “irresponsable” que su predecesor en la Casa Blanca, Donald Trump, diga que el juicio penal en su contra por falsificar registros comerciales dentro de una trama para silenciar a la ex actriz de cine para adultos Stormy Daniels ha sido “amañado”.
“Es imprudente, es peligroso, es irresponsable que alguien diga que esto ha sido amañado solo porque no le gusta el veredicto. Nuestro sistema de justicia tiene casi 250 años y es literalmente la piedra angular de Estados Unidos”, ha señalado en rueda de prensa.
Biden ha insistido en que el sistema judicial estadounidense “debe ser respetado”. “Nunca debemos permitir que nadie lo derribe”, ha dicho, agregando además que con el veredicto al que llegó el jurado en la víspera se “reafirmó el principio de que nadie está por encima de la ley”.
“El jurado escuchó pruebas durante cinco semanas y tras una cuidadosa deliberación, llegó a un veredicto unánime. Encontraron a Donald Trump culpable de los 34 cargos. Ahora se le dará la oportunidad de apelar esa decisión, tal y como todos los demás tienen esa misma oportunidad”, ha explicado.
Biden también ha detallado que “fue un caso estatal, no federal” y que al exmandatario se le han dado “todas las oportunidades para defenderse”. “Fue escuchado por un jurado de 12 ciudadanos, 12 estadounidenses”, ha añadido.
Sus palabras se producen después de que Trump haya afirmado durante su comparecencia, en la Torre Trump de Nueva York, que el veredicto es producto de una “estafa” de juicio orquestado por la Casa Blanca. El magnate ha defendido que esta supuesta manipulación es un “gasto legal” sin la mayor trascendencia.
¿De qué se le acusa a Donald Trump?
Al expresidente Donald Trump se le acusa de falsificación de registros comerciales en su empresa, con el objetivo de ocultar historias potencialmente vergonzosas sobre él durante la campaña electoral presidencial de 2016.
La acusación parte de los reembolsos pagados al entonces abogado de Trump, Michael Cohen, después de que hiciera un pago de 130 mil dólares a la actriz Stormy Daniels para silenciarla.
El dinero buscaba ocultar las afirmaciones de Daniels, sobre una aventura sexual con el magnate en 2006.