La ministra de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana de Ecuador, Gabriela Sommerfeld, reiteró la disposición del Gobierno ecuatoriano a entablar un diálogo con México para recomponer las relaciones, rotas tras la irrupción policial a su embajada para detener a Jorge Glas, quien fue vicepresidente de Rafael Correa (2007-2017) y al que el Gobierno mexicano había dado asilo.
Sommerfeld insistió en el llamado al diálogo con México después del reciente triunfo electoral de Claudia Sheinbaum, que sucederá en la presidencia a Andrés Manuel López Obrador, quien públicamente no ha buscado hasta ahora un acercamiento, al considerar que Ecuador violó la soberanía de su embajada para capturar a Glas, sobre el que pesaba una orden judicial de detención.
“Nosotros siempre vemos el diálogo de forma positiva, con buenos ojos y apertura, sea con el presidente saliente o con la presidenta entrante. Ecuador siempre está abierto al diálogo”, señaló Sommerfeld, quien apuntó que la ruptura de relaciones diplomáticas fue un acto unilateral de México.
Asimismo, aseguró que desde México partió la iniciativa para que Suiza ejerza de intermediario, una propuesta que Ecuador ha aceptado, aunque Sommerfeld evitó calificarlo como un mediador y lo denominó “un canal de comunicación diplomática”.
“Esto se puede resolver a través del diálogo. Si se quiere, con otras partes también, pero a través del diálogo, como nos han pedido varios países amigos”, enfatizó Sommerfeld, que resaltó que las relaciones comerciales se mantienen.
México se niega a abrir el diálogo con Ecuador
No obstante, mencionó que, en sus declaraciones públicas, el Gobierno mexicano ha dicho hasta ahora que “no van a abrir este diálogo, sino que se va a resolver todo en la Corte de La Haya”.
“Ecuador ha respetado esa posición”, sostuvo Sommerfeld, al remarcar que tanto México como Ecuador se han contrademandado en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) con acusaciones mutuas de haber transgredido estatutos internacionales.
Por un lado, México ha acusado a Ecuador de haber roto la inviolabilidad de las sedes diplomáticas, mientras que Ecuador considera que México fue el primero en transgredir el derecho internacional al entrometerse en asuntos internos y abusar de la inmunidad diplomática, además de contravenir las normas de asilo diplomático, que impiden darlo a procesados por delitos comunes o condenados por tribunales ordinarios.
En el caso de Glas, que se declara un perseguido político, tiene dos condenas por corrupción (asociación ilícita y cohecho) y actualmente se encuentra procesado por presunto peculado (malversación de fondos públicos).
Desde su detención, Glas está recluido en La Roca, la cárcel de máxima seguridad de Ecuador, de la que México pide que sea liberado y entregado para cumplir con el asilo otorgado.
“Somos optimistas de que en cualquier foro, sea un organismo multilateral, la Corte de La Haya o reuniones bilaterales, los dos países van a ser escuchados y va a haber justicia y equilibrio de por medio. Cada uno tiene su verdad y su posición. Es importante que haya justicia y equidad”, expresó Sommerfeld.