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Sin la suerte de Donald Trump: 4 presidentes de EU que fueron asesinados

Donald Trump se suma a la lista de políticos en EU que sufren un atentado, esta no es la primera ocasión que atentan contra un candidato presidencial y que logra salir ileso.

El presidente John F. Kennedy saluda desde su auto aproximadamente un minuto antes de que fuera baleado el 22 de noviembre de 1963, en Dallas. (Jim Altgens/AP)

Antes del presunto intento de asesinato del sábado 13 de julio contra el expresidente Donald Trump, hubo múltiples casos de violencia política contra presidentes, expresidentes y candidatos presidenciales de los principales partidos de Estados Unidos.

A continuación, un vistazo a algunos de los asesinatos e intentos de asesinato que se han producido desde la fundación de la nación estadounidense en 1776:

Abraham Lincoln, primer presidente asesinado

Lincoln fue el primer presidente estadounidense en ser asesinado, y fue a manos de John Wilkes Booth el 14 de abril de 1865, mientras él y su esposa, Mary Todd Lincoln, asistían a una función especial de la comedia ‘Our American Cousin’ en el Teatro Ford de Washington.

Lincoln fue trasladado a una casa frente al teatro para recibir tratamiento médico tras recibir un disparo en la nuca. Murió a la mañana siguiente. Su apoyo a los derechos de las personas de raza negra se ha citado como motivo de su asesinato.


Dos años antes del magnicidio, durante la Guerra Civil estadounidense, Lincoln emitió la Proclamación de Emancipación por la que se concedía la libertad a los esclavos de la Confederación.

Lincoln fue sucedido por el vicepresidente Andrew Johnson.

Booth fue muerto a tiros el 26 de abril de 1865, tras ser encontrado escondido en un granero cerca de Bowling Green, Virginia.

James Garfield

Garfield fue el segundo presidente de Estados Unidos en ser asesinado, lo que ocurrió seis meses después de tomar posesión. El 2 de julio de 1881 pasaba por una estación de tren en Washington para tomar un tren a Nueva Inglaterra cuando Charles Guiteau le disparó.


Alexander Graham Bell, el inventor del teléfono, intentó sin éxito encontrar la bala alojada en el pecho de Garfield utilizando un aparato que había diseñado específicamente para el presidente. Garfield, herido de muerte, permaneció en la Casa Blanca durante varias semanas, pero murió en septiembre tras ser trasladado a la costa de Nueva Jersey. Llevaba seis meses en el cargo.

Garfield fue sucedido por el vicepresidente Chester Arthur.

Guiteau fue declarado culpable y ejecutado en junio de 1882.

William McKinley

McKinley fue baleado tras pronunciar un discurso en Buffalo, Nueva York, el 6 de septiembre de 1901. Estaba estrechando la mano de la gente que pasaba por una línea de recepción cuando un hombre le disparó dos veces en el pecho a quemarropa. Los médicos esperaban que McKinley se recuperara, pero se desarrolló gangrena alrededor de las heridas.

McKinley murió el 14 de septiembre de 1901, seis meses después de iniciar su segundo mandato.

Le sucedió el vicepresidente Theodore Roosevelt.

Leon F. Czolgosz, un desempleado de 28 años residente de Detroit, admitió haber disparado. Czolgosz fue declarado culpable en un juicio y condenado a muerte en la silla eléctrica el 29 de octubre de 1901.

Franklin D. Roosevelt

Roosevelt, presidente electo en ese momento, acababa de pronunciar un discurso en Miami desde la parte trasera de un coche abierto cuando sonaron disparos.

Roosevelt no resultó herido en el incidente de febrero de 1933 en el que sí murió el alcalde de Chicago, Anton Cermak.

Guiseppe Zangara fue declarado culpable y condenado a muerte.

Harry S. Truman

Truman se alojaba en Blair House, al otro lado de la calle frente a la Casa Blanca, en noviembre de 1950, cuando dos hombres armados irrumpieron en la casa.

Truman no resultó herido, pero un policía de la Casa Blanca y uno de los atacantes murieron en un intercambio de disparos. Otros dos policías de la Casa Blanca resultaron heridos.

Oscar Callazo fue arrestado y condenado a muerte. En 1952, Truman conmutó la pena por cadena perpetua. Fue dejado en libertad en 1979 por el presidente Jimmy Carter.

John F. Kennedy

Kennedy fue baleado por un hombre armado con un rifle de alto poder mientras visitaba Dallas en noviembre de 1963 junto con la primera dama Jacqueline Kennedy. Los disparos sonaron mientras la caravana del presidente atravesaba la Plaza Dealey, en el centro de Dallas.

Kennedy fue trasladado de urgencia al Parkland Memorial Hospital, donde murió poco después.

Le sucedió el vicepresidente Lyndon B. Johnson, quien fue investido en una sala de conferencias a bordo del avión presidencial Air Force One. Es el único presidente de Estados Unidos que ha juramentado en un avión.

Horas después del asesinato, la policía detuvo a Lee Harvey Oswald tras encontrar el lugar desde donde se hicieron los disparos en un edificio cercano, el Texas School Book Depository.

Dos días después, Oswald estaba siendo trasladado de la comisaría a la cárcel del condado cuando el propietario de un club nocturno de Dallas, Jack Ruby, le disparó mortalmente.

Gerald Ford

Ford sufrió dos intentos de asesinato en un lapso de pocas semanas en 1975 y no resultó herido en ninguno.

En el primer intento, Ford se dirigía a una reunión con el gobernador de California en Sacramento cuando Lynette ‘Squeaky’ Fromme, discípula de Charles Manson, se abrió paso entre una multitud en la calle, sacó una pistola semiautomática y apuntó a Ford. El arma no se disparó.

Fromme fue condenada a prisión y puesta en libertad en 2009.

Diecisiete días después, otra mujer, Sara Jane Moore, encaró a Ford a la salida de un hotel de San Francisco. Moore hizo un disparo y falló. Un transeúnte la agarró del brazo cuando intentaba efectuar un segundo disparo.

Moore fue enviada a prisión y puesta en libertad en 2007.

Ronald Reagan

Reagan salía de un discurso en Washington D.C. y se dirigía a su caravana cuando fue tiroteado por John Hinckley Jr., que se encontraba entre la multitud.

Reagan se recuperó del ataque de marzo de 1981. Otras tres personas resultaron heridas, entre ellas su secretario de prensa, James Brady, que quedó parcialmente paralizado.

Hinckley fue detenido y recluido en un hospital psiquiátrico después de que un jurado lo declarara inocente por razón de demencia. En 2022, Hinckley fue liberado de la supervisión judicial después de que un juez determinara que “ya no era un peligro para sí mismo ni para los demás”.

George W. Bush

Bush asistía a un mitin en Tiflis en 2005 con el presidente georgiano Mijail Saakashvili cuando le lanzaron una granada de mano.

Ambos se encontraban detrás de una barrera antibalas cuando la granada, envuelta en tela, cayó a unos 30 metros de distancia. La granada no explotó y nadie resultó herido.

Vladimir Arutyunian fue declarado culpable y condenado a cadena perpetua.

Theodore Roosevelt, candidato presidencial

El expresidente fue baleado en Milwaukee en 1912 mientras hacía campaña para volver a la Casa Blanca.

Roosevelt había sido presidente durante dos mandatos y se postuló de nuevo como candidato de un tercer partido.

Papeles doblados y un estuche metálico para gafas que Roosevelt llevaba en el bolsillo amortiguaron aparentemente el impacto de la bala y no resultó herido de gravedad.

John Schrank fue detenido y pasó el resto de su vida en hospitales psiquiátricos.

Robert F. Kennedy

Kennedy aspiraba a la candidatura presidencial demócrata cuando fue asesinado en un hotel de Los Ángeles, momentos después de pronunciar su discurso de victoria por haber ganado las primarias de California en 1968.

Kennedy era senador por Nueva York y hermano del presidente John F. Kennedy, quien había sido asesinado cinco años antes.

Otras cinco personas resultaron heridas en el ataque.

Sirhan Sirhan fue declarado culpable de asesinato y condenado a muerte. La pena fue conmutada por cadena perpetua, donde Sirhan permanece tras la denegación de su última petición de excarcelación el año pasado.

George C. Wallace

Wallace aspiraba a la candidatura presidencial demócrata cuando recibió un disparo durante una parada de campaña en Maryland en 1972, incidente que lo dejó paralizado de la cintura para abajo.

Wallace, gobernador de Alabama, era conocido por sus ideas segregacionistas, de las que luego renegó.

Arthur Bremer fue declarado culpable del atentado y condenado a prisión. Fue dejado en libertad en 2007.

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