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Fuerzas de Defensa de Israel detienen a 9 militares acusados de abuso; la ultraderecha protesta

Nueve militares de Israel fueron detenidos acusados de presuntamente haber cometido un abuso sexual contra un detenido palestino, mientras que diputados extremistas irrumpieron en sedes militares en protesta.

Un manifestante ondea la bandera de Israel en apoyo a soldados que están siendo interrogados por abusos a detenidos, afuera de la base militar de Sde Teiman. (Tsafrir Abayov/AP)

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) detuvieron este lunes a nueve militares acusados de, presuntamente, haber abusado de un palestino encarcelado en la prisión de Sde Teiman, en el sur del país, a unos 30 kilómetros de la Franja de Gaza.

Según detallaron las autoridades castrenses de Israel, los militares han sido detenidos y serán interrogados al respecto después de que el encarcelado haya sido trasladado a un hospital de la zona tras padecer heridas graves en “su zona íntima”, tal y como indican fuentes cercanas al asunto al diario ‘Haaretz’.

En estos abusos habrían participado al menos diez soldados, si bien hay al menos uno que no ha sido arrestado de momento. Estas detenciones, no obstante, provocaron protestas entre diputados de extrema derecha, que han irrumpido en la prisión. Entre ellos se encuentra el diputado Zvi Sukkot, del partido Sionismo Religioso, socio de Gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu.

En redes sociales circulan vídeos del momento en el que Sukkot se cuela por la entrada de la prisión, que es también una base militar, y rápidamente un militar que custodiaba la entrada le da el alto. En otras imágenes aparece el diputado aclamado por manifestantes en la zona.


Interviene la policía de Israel

Las fuerzas de seguridad han puesto en marcha un gran despliegue en las instalaciones y procedieron a detener a diputados y activistas que irrumpieron en la prisión por considerar que la detención de los militares es “lamentable” y “antisionista”.

Ya por la tarde, otra turba de simpatizantes de extrema derecha entró por la fuerza en la base de Beit Lid, en el centro de Israel, adonde habían sido trasladados los reservistas detenidos para un interrogatorio.

La Policía intervino para dispersar a los manifestantes después de que “varios ciudadanos” entraran en la base. “Fueron dispersados en cuestión de minutos”, según un comunicado policial publicado en redes sociales.

El ministro de Defensa, Yoav Gallant, condenó este nuevo asalto, “un grave incidente que daña gravemente a la democracia israelí y hace el juego al enemigo en medio de una guerra”. Gallant trasladó al jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Herzi Halevi, todo su apoyo para “tomar medidas y actuar de inmediato para impedir que ciudadanos no autorizados entren en las bases de las Fuerzas de Defensa de Israel”, las FDI.


“Pido a la Policía de Israel que intervenga de inmediato contra quienes incumplen la ley y a todos los cargos públicos que no realicen declaraciones irresponsables que arrastren a las FDI al juego político”, añadió.

La ultraderecha exige liberación de soldados

Las Fuerzas de Defensa de Israel afirmaron que civiles israelíes intentaron entrar en Sde Teiman en una aparente protesta contra los arrestos. Sus acciones son “extremadamente graves y contrarias a la ley”, afirmó el jefe del Estado Mayor, Herzi Halevi, en un comunicado.

Los militares no confirmaron inmediatamente ningún arresto, y se limitaron a decir que su fiscal general había ordenado una investigación sobre el presunto abuso de un detenido.

“¡Quiten las manos de los reservistas!”, dijo Itamar Ben-Gvir, ministro de Seguridad Nacional de Israel, de extrema derecha, en el canal X, al igual que varios miembros de su facción que habían prometido conducir hasta Sde Teiman para evitar arrestos. Ben Gvir, el líder del partido nacionalista Poder Judío, es parte de la coalición de Netanyahu que le permite tener una mayoría gobernante.

Yuli Edelstein, miembro del partido Likud de Netanyahu y jefe del Comité de Asuntos Exteriores y Defensa del Parlamento, dijo que citaría al juez general y al jefe de la policía militar para una audiencia ante el foro.

“Nuestros soldados no son criminales”, dijo Edelstein en un comunicado.

Con información de Europa Press y Bloomberg

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