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Reformista Masud Pezeshkian es investido como nuevo presidente de Irán ante el Parlamento

Pezeshkian fue ratificado tras ganar las elecciones presidenciales de junio después de la muerte del anterior mandatario Ebrahim Raisí en un accidente.

El reformista Masud Pezeshkian. Foto: Europa Press

El reformista Masud Pezeshkian fue investido este martes como presidente de Irán ante el Parlamento para un mandato de cuatro años, en el que se enfrenta al reto de renovar el acuerdo nuclear y al descontento popular por la falta de libertades y la mala situación económica.

La ceremonia se celebró dos días después de que Pezeshkian fuera ratificado en el cargo por el líder supremo, Alí Jameneí, tras ganar las elecciones presidenciales de junio después de la muerte del anterior mandatario Ebrahim Raisí en un accidente.

Al acto de toma de posesión del reformista como noveno presidente de Irán asistieron las principales autoridades políticas, legislativas y judiciales iraníes, así como representantes de más de 70 países.

Entre los presentes se encontraban líderes del llamado ‘Eje de la resistencia”, la alianza informal antiisraelí, y el secretario general adjunto del Servicio Europeo de Acción Exterior, Enrique Mora, quien también es el coordinador de las negociaciones para revivir el acuerdo nuclear de 2015.


Al acto no acudió el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, porque las relaciones entre la Unión Europea (UE) y Teherán “están en su punto más bajo”.

Pezeshkian, cirujano cardíaco de 69 años de edad, toma posesión en un momento de grandes tensiones, tanto nacionales como internacionales, con el descontento de la población por la falta de libertades y la mala situación económica, el conflicto en Gaza, y la mala relación con Occidente y Europa, por su apoyo a Rusia.

Durante la campaña electoral prometió un acercamiento a Occidente y la relajación de la obligatoriedad del velo islámico, unas promesas que debe ahora cumplir.

Uno de sus mayores retos será tratar de revivir el acuerdo nuclear de 2015, que limitaba el programa nuclear iraní a cambio del levantamiento de las sanciones económicas internacionales y que Estados Unidos abandonó en 2018 para reimponer medidas restrictivas de nuevo contra Irán, en una mala situación económica a causa de ello.


Como respuesta, Irán está enriqueciendo y acumulando cantidades significativas de uranio con una pureza del 60 por ciento, cercano ya al nivel necesario del 90 por ciento para fabricar armas atómicas.

El presidente iraní tiene una capacidad de decisión limitada, especialmente en política exterior y de seguridad en Irán, donde el líder supremo, Alí Jameneí, cuenta con vastos poderes.

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