Un fiscal federal acusó formalmente, este miércoles 14 de agosto, al expresidente argentino Alberto Fernández de haber cometido violencia contra la ex primera dama Fabiola Yáñez.
El fiscal federal Ramiro González imputó a Fernández los delitos de “lesiones leves y graves, doblemente agravadas” y por “amenazas coactivas” contra su expareja, de acuerdo con lo establecido en un dictamen al que tuvo acceso The Associated Press.
También pidió la realización de distintas medidas de prueba que incluyen tomar testimonios al exmédico presidencial Federico Saavedra, a la exsecretaria del mandatario María Cantero y al exintendente de la residencia presidencial Daniel Rodríguez.
Fernández, un dirigente peronista de 65 años que dejó el poder en diciembre, ha negado públicamente los hechos denunciados por Yáñez, de 43, y ha anunciado que aportará pruebas de su inocencia ante la justicia.
Yáñez declaró el martes ante la justicia federal de su país en el marco de la causa en la que denunció por presunta violencia de género a Fernández.
La ex primera dama brindó una declaración testimonial por videollamada desde el consulado argentino en Madrid, donde reside, ratificando ante el fiscal González la denuncia que presentó por escrito.
Yáñez denunció a Fernández hace una semana, poco después de que salieran a la luz los presuntos mensajes que, durante el mandato presidencial, intercambió mediante su teléfono móvil con quien fue secretaria privada del entonces gobernante, en los que la ex primera dama se habría referido a los supuestos actos de violencia sufridos, algunos de ellos en la residencia presidencial situada en las afueras de Buenos Aires.
Dichas conversaciones fueron detectadas por la justicia en el marco de una causa por supuesta corrupción en la contratación de seguros para organismos estatales que salpica a Fernández y a su exsecretaria, que incluyó la revisión de los mensajes telefónicos intercambiados entre ambos.
En los últimos días, los medios de comunicación argentinos han difundido imágenes que en las que se ve el rostro y una axila de Yáñez con marcas de lo que serían golpes y que la ex primera dama habría enviado por mensaje a la antigua secretaria de Fernández.
Desde que las acusaciones de Yáñez salieron a la luz Fernández no ha sido visto afuera del departamento donde vive, en Buenos Aires.