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China deja de ‘hacerle fuchi’ al pescado de Japón tras veto por vertido de agua de Fukushima

China ha dicho que será más flexible con la importación de pescado japonés, luego de imponer un veto porque Japón liberó aguas de la central nuclear de Fukushima.

China prohibió la importación de pescados y mariscos de Japón, luego de que comenzara a verter agua de la central nuclear de Fukushima. (Bloomberg)

Los gobiernos de China y Japón han acercado este viernes posturas con vistas a esclarecer el recelo chino sobre los vertidos de agua de la central nuclear de Fukushima, de tal manera que Beijing parece ahora dispuesto a reanudar “gradualmente” la importación de pescado japonés.

Japón comenzó hace algo más de un año a liberar el agua de la central de Fukushima, previamente tratada para evitar daños para el medio ambiente. El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha confirmado en sucesivos informes que no existe riesgo alguno, pero en un primer momento los países de la zona expresaron sus dudas.

China fue uno de ellos, pero sucesivas rondas de consultas han permitido ahora llegar a un mínimo consenso. Según el Ministerio de Exteriores chino, otros actores al margen del OIEA podrán extraer muestras del agua y realizar sus propios análisis en aras de la tranquilidad.

El Gobierno japonés había criticado los vetos al pescado y Beijing está ahora dispuesto a “ajustar” algunas de las medidas. No ha puesto fecha a la reanudación de las importaciones, si bien ha sugerido que levantará el veto una vez haya podido implicarse en todo el proceso de vigilancia de las aguas para descartar en primera persona la posible contaminación.

¿Qué pasó con el agua de Fukushima?

La central nuclear de Fukushima sufrió un grave accidente en 2011, derivado de un terremoto y un posterior tsunami. La empresa responsable había reclamado la liberación del agua, previamente tratada, alegando que seguir almacenándola en grandes tanques en la central suponía un riesgo mucho mayor en caso de un nuevo desastre natural.

En agosto de 2023, en medio de la polémica porque Japón comenzó a liberar el agua tratada de Fukushima, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que la nación estaba haciendo la liberación de aguas desde la central nuclear con respeto a las normas internacionales sobre seguridad para la protección contra la radiación.

En ese momento, las autoridades aduaneras de China prohibieron la importación de pescados y mariscos, así como otros “productos acuáticos” de Japón.

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