Donald Trump regresó el sábado 5 de octubre al recinto ferial de Butler, Pensilvania, donde estuvo a punto de ser asesinado en julio, instando a una gran multitud a llevar al Partido Republicano a la victoria en la jornada electoral y vinculando su triunfo con el hecho de que sobrevivió al atentado.
El expresidente y candidato republicano retomó su discurso donde lo dejó en julio, cuando la bala de un francotirador le rozó la oreja. Comenzó su discurso diciendo: “Como iba diciendo”, y señaló hacia la gráfica que mostraba cifras migratorias que estaba viendo cuando comenzaron los disparos ese día.
“Hace doce semanas, todos sacamos el pecho por Estados Unidos”, dijo Trump. “Lo único que pedimos es que todo el mundo salga a votar. Tenemos que ganar. No podemos dejar que esto le suceda a nuestro país”.
El equipo de campaña de Trump se esforzó por sacarle el mayor provecho posible al evento para acaparar los titulares, cuando faltan apenas 30 días para las elecciones y ya ha iniciado la votación en algunos estados en una contienda en que enfrenta a la candidata demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris. El músico Lee Greenwood apareció en el escenario y le dedicó la canción ‘God Bless the USA’, frecuentemente interpretada en sus mítines, y el multimillonario Elon Musk habló por primera vez en un evento de Trump.
“Hemos luchado juntos. Hemos resistido juntos. Hemos seguido adelante juntos”, dijo Trump. “Y aquí mismo, en Pensilvania, hemos sangrado juntos. Hemos sangrado”.
Al inicio del mitin, Trump pidió un minuto de silencio en honor al bombero Corey Comperatore, que murió protegiendo a su familia durante el tiroteo en julio. El cantante de música clásica Christopher Macchio entonó el ‘Ave María’, luego que una campana sonara a la misma hora en que sonaron los disparos el 13 de julio. Varios miembros de la familia de Comperatore asistieron al acto, entre ellos su viuda, Helen, quien permaneció de pie durante el discurso de Trump al lado de la nuera del expresidente, Lara Trump.
‘Monstruo malvado’; así califica Donald Trump a su atacante
De pie tras el cristal protector que ahora cubre el escenario en sus mítines al aire libre, Trump calificó al atacante de “monstruo malvado” y dijo que no logró su propósito “por obra y gracia de Dios”. Hubo una visible presencia policial durante el evento, con agentes armados con uniformes de camuflaje vigilando desde las azoteas.
Trump rindió homenaje a Comperatore y reconoció a los otros dos asistentes al mitin de julio heridos, David Dutch y James Copenhaver. Ellos y Trump fueron impactados cuando el tirador Thomas Matthew Crooks, de 20 años, de Bethel Park, Pensilvania, abrió fuego desde un tejado no asegurado cercano antes de ser abatido a tiros por francotiradores.
Cómo Crooks logró burlar a las fuerzas del orden ese día y trepar a lo alto de un edificio a poca distancia del expresidente es una de las muchas preguntas que siguen sin respuesta sobre la peor falla de seguridad del Servicio Secreto en décadas. Otra duda sin resolver es su motivo.