¡Ay, qué nervios! El supermartes de las elecciones presidenciales en EU 2024 está a unas cuantas horas de comenzar y saber si Kamala Harris será la primera mujer presidenta de los vecinos del norte, o si regresará Donald Trump para una gestión 2.0.
Mientras en México estamos acostumbrados a que el día de las elecciones de todo tipo es el domingo, en Estados Unidos la definición sobre quién despachará desde la Casa Blanca se lleva a cabo siempre el primer martes de noviembre ¿A qué se debe que sea en el segundo día de la semana?
De acuerdo con el sitio History.com, el supermartes de noviembre de cada cuatro años tiene relación con los agricultores de Estados Unidos del siglo XIX. Esto debido a que en 1845, el Congreso aprobó la designación de dicha fecha en una ley federal.
Según el sitio de datos históricos, antes de esa ley los estados podían llevar a cabo sus elecciones en cualquier momento siempre y cuando fueran dentro de 34 días antes del primer miércoles de diciembre. No obstante, ese sistema presentaba diversas fallas, entre la que se encontraba la posibilidad de que los resultados de la votación anticipada afectaran la participación e influyeran en la opinión de los estados que tenían elecciones tardías.
¿Por qué eligieron precisamente el primer martes de noviembre?
El sitio estadounidense señala que en esos años del siglo XIX, los ciudadanos en su mayoría eran granjeros y los centros de votación quedaban muy lejos de sus casas, por lo que necesitaban de al menos un día para ir a votar, por lo que los legisladores daban un margen de dos días para el día de las elecciones.
El tema religioso impedía que la votación fuera en domingo, pues es el día que está destinado a la iglesia, mientras que los miércoles eran los días de mercado para los agricultores, por lo que el mejor día que se consideró fue el martes.
Sobre por qué en noviembre, la agricultura fue factor también, ya que durante primavera y principios de verano podía interferir con la época de siembra, mientras que a finales de verano y principios de otoño chocaba con la cosecha, por lo que los primeros días de noviembre eran ideales, ya que también más tarde se empalmarían con las nevadas invernales.