“El 20 de enero firmaré todos los documentos necesarios para cobrar a México y Canadá un arancel del 25 por ciento sobre todos los productos que ingresan a los Estados Unidos y sus ridículas fronteras abiertas”, fue el mensaje con el que Donald Trump, próximo presidente estadounidense, advirtió la fecha y monto con el que cambiará su relación comercial con México.
A través de su red social, Truth Social, Trump aseguró que México y Canadá son los responsables de la llegada de criminales y la entrada de droga a Estados Unidos, por lo que la imposición de aranceles continuará al menos hasta que se cierre el paso a migrantes y que hayan resultados en materia de seguridad, así como de contención del fentanilo, droga que mata a cerca de 100 mil estadounidenses al año.
Las reacciones en los mercados se hicieron notar a los pocos minutos, y el peso mexicano se depreció hasta las 20.70 unidades por dólar en cuestión de minutos.
Ante la advertencia, algunas empresas comenzaron a incrementar la producción de sus componentes para que la llegada de Trump a la Casa Blanca no implique complicaciones en sus operaciones tras las medidas arancelarias.
Pero, ¿es verdaderamente una buena idea que Trump imponga aranceles a México, Estados Unidos y China? Para ciertos analistas no, ya que “causaría un desastre en la economía de Estados Unidos", como explicó Enrique Quintana, director editorial y vicepresidente de El Financiero, en su columna de este miércoles 27 de noviembre.
Aranceles de Donald Trump a México: ¿Por qué sería mala idea para EU?
Si bien es posible que Trump imponga los aranceles a México, Canadá y China desde el inicio de su administración el 20 de enero de 2025, no sería una buena idea por la imagen de su propio Gobierno.
Enrique Quintana mencionó que, más bien, el tema de los aranceles es un “recurso de presión" con el objetivo de influir en políticas como el fentanilo y la migración, dos de los temas que más importan para su gestión y para los estadounidenses.
Se espera que esta no sea la única vez que Trump recurre a estas amenazas. Además, no tendría sentido la imposición de aranceles desde el primer día de su mandato porque “es lo suficientemente astuto para no comenzar su gobierno con un desplome de su economía, lo que ocurriría con sus decisiones arancelarias“, según explicó Enrique Quintana.