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¿Se va Scholz? Parlamento de Alemania allana el camino para elecciones anticipadas

Alemania podría tener su elección nacional en los primeros meses de 2025.

El canciller alemán Olaf Scholz convocó una moción de censura luego de destituir a un ministro; ha perdido el apoyo de legisladores. (Krisztian Bocsi/Bloomberg)

Los legisladores alemanes aprobaron una medida que allanará el camino para una elección nacional en Alemania en dos meses, respaldando el plan del canciller Olaf Scholz de poner fin anticipadamente a su atribulada administración.

El socialdemócrata convocó la moción de censura después de destituir al ministro de Finanzas, Christian Lindner, líder del Partido Demócrata Libre, lo que le supuso perder la mayoría en la Cámara Baja del Parlamento. La maniobra prepara el terreno para las elecciones del 23 de febrero, siete meses antes de lo previsto.

La alianza tripartita gobernante, que también incluye a los Verdes, se desmoronó a principios de noviembre tras meses de luchas internas. Lindner y el FDP se mostraron reacios a permitir más préstamos para apoyar a Ucrania y apuntalar la tambaleante economía alemana, y ambos bandos se acusaron mutuamente de abuso de confianza.

La incertidumbre política llega en un momento delicado para la mayor economía de Europa, que lleva años estancada. Además de los problemas de competitividad que vienen de lejos, el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca amenaza con intensificar la presión sobre Alemania al plantear dudas sobre el apoyo de Estados Unidos a Ucrania y la imposición de nuevos aranceles que podrían afectar a los exportadores del país.


El próximo canciller también tendrá que conseguir fondos y apoyo público para realizar inversiones masivas necesarias para modernizar la infraestructura deteriorada, reforzar las capacidades de defensa y pasar a una economía más avanzada tecnológicamente y respetuosa con el clima. Junto con la reactivación del crecimiento, el endeudamiento gubernamental y la migración irregular serán temas clave en las elecciones.

En el Bundestag, una mayoría de 394 diputados ha aprobado una moción de censura. Scholz puede pedir ahora al presidente Frank-Walter Steinmeier que disuelva el Parlamento y fije formalmente la fecha de las elecciones. El socialdemócrata ha indicado que aceptará el calendario de Scholz.

En su campaña para la reelección, Scholz pidió un gasto masivo en infraestructura y defensa. “Ya es hora de invertir con fuerza en nuestro país”, dijo a los legisladores antes de la votación. “Debemos cambiar de rumbo y eso significa hacerlo ahora”.

Hasta ahora sólo ha habido dos casos en los que los cancilleres alemanes han utilizado este instrumento parlamentario con el objetivo de perder una moción de confianza para conseguir nuevas elecciones: el ex canciller de la CDU Helmut Kohl lo hizo en 1982 y su sucesor del SPD, Gerhard Schröder, en 2005. Kohl ganó, mientras que Schröder perdió.


Con la campaña recién comenzando, la alianza conservadora CDU/CSU dirigida por Friedrich Merz lidera con un apoyo de alrededor del 31 por ciento, la ultraderechista Alternativa para Alemania (o AfD) está en segundo lugar con el 19.8% y el SPD en tercer lugar con el 17%, según el último promedio de encuestas de Bloomberg.

En el debate parlamentario, Merz arremetió contra Scholz y dijo que “está abandonando el país en una de las mayores crisis económicas del período de posguerra”.

En cuarto lugar se sitúan los Verdes con el 11.2% y en quinto lugar el BSW (un nuevo partido de extrema izquierda fundado en enero), con el 7.5%. El FDP de Lindner sigue en peligro de no alcanzar el umbral del 5% para entrar en el Parlamento, con el 4.9%.

Los conservadores han descartado cooperar con la AfD, lo que significa que su único camino hacia una mayoría en el Bundestag probablemente será asociarse con el SPD o con los Verdes, o con ambos.

Los Verdes han nombrado a Robert Habeck, actual ministro de Economía y vicecanciller, como su principal candidato para las elecciones, mientras que la AfD eligió a la colíder Alice Weidel.

“Aunque en Europa Central estamos muy preocupados por nosotros mismos, el mundo no se queda quieto”, afirmó Habeck. “No es una buena situación”.

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