Los incendios forestales que estallaron el 7 de enero pasado en el condado de Los Ángeles, California, siguen causando estragos, y se prevé que se conviertan en uno de los desastres naturales más costosos de la historia de Estados Unidos.
Las devastadoras llamas han causado la muerte de al menos 24 personas y han incinerado más de 12 mil estructuras desde el martes, al arrasar barrios enteros, algunos de los que albergaban propiedades multimillonarias.
Aunque todavía es demasiado pronto para hacer un recuento exacto de las pérdidas económicas, los incendios forestales de Los Ángeles serán probablemente los más costosos en la historia de Estados Unidos, según diversas estimaciones.
Un cálculo preliminar de la empresa estadounidense experta en previsión meteorología AccuWeather situaba los daños y las pérdidas económicas por los incendios entre 135 mil y 150 mil millones de dólares.
En comparación, la empresa AccuWeather estimó los daños y pérdidas económicas causados por el huracán Helene, que arrasó seis estados del sureste el pasado otoño, entre 225 mil y 250 mil millones de dólares.
“Este es un desastre terrible. Apenas estamos comenzando a tener una visión clara de la magnitud de la destrucción y la pérdida”, aseguró Jonathan Porter, meteorólogo de AccunWeather. “Simplemente una devastación total y absoluta”, agregó el especialista.
Los fuegos han sido contenidos apenas en 11 por ciento. Los vientos de Santa Ana, que inicialmente impulsaron la propagación de las llamas, han disminuido temporalmente, lo que ha permitido avances en el combate de los incendios.
Sin embargo, el meteorólogo Rich Thompson advirtió que los vientos podrían intensificarse nuevamente esta semana, dificultando los esfuerzos de contención.
La temporada de incendios forestales en California se ha extendido debido al cambio climático, con temperaturas más altas y lluvias menos frecuentes.
Se reportó que 2024 fue el año más caluroso registrado en la Tierra, y las lluvias en el estado se han reducido a niveles históricamente bajos desde mayo.