Marco Rubio, un veterano senador republicano que alguna vez compitió contra Donald Trump por la nominación presidencial del partido, fue confirmado en el Senado como su secretario de Estado, el primero de los nominados del presidente para un segundo mandato.
Rubio, quien sirvió durante 14 años en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, es una de las opciones más convencionales para el gabinete de Trump y fue aprobado por una votación de 99 a 0 este lunes 20 de enero. Su rápida confirmación fue menos un reflejo de las prioridades de Trump y más una señal del amplio apoyo que tenía de sus antiguos colegas.
Rubio, de 53 años, ha adoptado una postura agresiva sobre el surgimiento de China como potencia económica y será el primer secretario de Estado de Estados Unidos sancionado por Beijing. Hijo de inmigrantes cubanos, ha sido un feroz crítico de las dictaduras izquierdistas en Venezuela, Cuba y Nicaragua y del régimen clerical islámico de Irán.
Le esperan confirmaciones más desafiantes. Algunos senadores han expresado en privado sus reservas sobre la elección de Trump para directora de inteligencia nacional, Tulsi Gabbard, y no se ha fijado una fecha para su audiencia de confirmación. Parece probable que Pete Hegseth, el candidato a secretario de Defensa, sea confirmado a pesar de la oposición casi unánime de los demócratas y las preocupaciones sobre las acusaciones pasadas de agresión sexual, mala gestión financiera y abuso de alcohol.
Algunas de las posturas de Marco Rubio podrían ponerlo en desacuerdo con su nuevo jefe. Es un firme partidario de la alianza de la OTAN, que Trump ha criticado a menudo, y respaldó el proyecto de ley para prohibir la aplicación de intercambio de videos de propiedad china TikTok. Trump había apoyado inicialmente una prohibición, pero se entusiasmó con la aplicación y ha prometido darle un respiro por ahora.
Pero Rubio ha dejado de lado las preocupaciones de que podría enfadarse con el presidente. Ha defendido la posición de Trump de poner fin rápidamente a la invasión rusa de Ucrania, pidiendo conversaciones que podrían llevar a que Kiev ceda territorio. Rubio ha adoptado la perspectiva de “Estados Unidos primero” de Trump, prometiendo en su audiencia de confirmación reorientar la política exterior estadounidense para hacer que Estados Unidos sea más fuerte y más seguro.
Sin embargo, hay dudas sobre cuánta influencia tendrá Marco Rubio como el principal diplomático del país.
Donald Trump ya está siendo asesorado por multimillonarios como Elon Musk, quien ha provocado a los líderes del Reino Unido y Alemania, y ha nombrado a una serie de amigos y asesores como enviados especiales para supervisar algunas de las prioridades de política exterior más importantes de Washington, incluida la guerra entre Ucrania y Rusia y Oriente Medio.
El mandatario apenas mencionó la política exterior en su discurso inaugural del lunes. Reiteró su amenaza de recuperar el Canal de Panamá, pero por lo demás no mencionó los puntos calientes globales como Ucrania e Irán que habían aparecido en su campaña. Repitió una amenaza de imponer aranceles a otras naciones, aunque se abstuvo de hacerlo por ahora.