“Está comenzando”, escribió Elon Musk el lunes por la noche, poco después de la toma de posesión de Donald Trump como el 47º presidente de Estados Unidos.
La publicación del multimillonario en su red social X se refería específicamente a una orden ejecutiva de Trump que ponía fin a los mandatos federales de diversidad, equidad e inclusión, una vieja pesadilla de la persona más rica del mundo, que dirige seis empresas y se ha opuesto a los esfuerzos de DEI durante años.
Pero también sirvió como recordatorio de la relación cada vez más simbiótica de Musk con el presidente Trump para cualquiera que aún tuviera dudas. Si bien el vínculo entre Musk y Trump (dos personas conocidas por sus lealtades personales y profesionales siempre cambiantes) puede no durar para siempre, el poder de Musk quedó en plena exhibición en el capitolio de la nación.
Entre las acciones de Trump el primer día: establecer una oficina especial para Musk dentro del complejo de la Casa Blanca.
El lunes, Trump dijo que Elon Musk y su equipo tendrán espacio de oficina para unas 20 personas en lo que se ha denominado el Departamento de Eficiencia Gubernamental, o DOGE, en referencia a la criptomoneda favorita de Musk.
Musk ahora tiene una dirección de correo electrónico en la Casa Blanca, y al menos cuatro personas en cada agencia federal ayudarán a implementar el esfuerzo de reducción de costos. El administrador de DOGE reportará al Jefe de Gabinete de la Casa Blanca, según la orden.
Tampoco hay dudas sobre quién está a cargo. Trump nombró para ese cargo a Elon Musk junto a Vivek Ramaswamy, quien se ha retirado de DOGE para concentrarse en su carrera política en Ohio.
Con la misma rapidez, los grupos presentaron demandas judiciales contra DOGE. Un sindicato que representa a cientos de miles de empleados federales demandó el lunes a la administración Trump alegando que DOGE viola una ley estadounidense de 1972 que exige controles sobre conflictos de intereses, equilibrio ideológico y transparencia para los grupos con una línea directa a la Casa Blanca.
Trump es acompañado por multimillonarios en toma de protesta
Musk, de 53 años, fue el único orador invitado del presidente durante un mitin el domingo por la noche. “Estamos ansiosos por hacer muchos cambios”, dijo Musk durante un evento en el que el vicepresidente JD Vance no hizo comentarios.
Al día siguiente, cuando Trump prestó juramento en el Capitolio de Estados Unidos, Musk, sonriente, ocupó un lugar privilegiado frente a los nuevos miembros del gabinete del presidente. Junto a multimillonarios como Jeff Bezos y Mark Zuckerberg, los magnates de la tecnología aparecieron en innumerables tomas en vivo de la transferencia de poder.
Durante el discurso inaugural de Trump, Musk sonrió radiante mientras el magnate se comprometía a ir a Marte, el objetivo que ha animado la vida de Musk durante décadas. CNN vio al multimillonario entrar en el edificio de oficinas adyacente a la Casa Blanca mientras Trump asistía a los actos inaugurales. El líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, Steve Scalise, lo comparó con Rosa Parks en un almuerzo inaugural en el Capitolio.
Ante una multitud de partidarios de Trump en el Capital One Arena de Washington el lunes por la tarde, Musk subió al escenario en un ataque de exuberancia.
“¡Así es como se siente la victoria!”, dijo Musk, golpeando el atril con los puños mientras la multitud rugía.
El director ejecutivo de SpaceX habló después, como suele hacer, de Marte: “¿Se imaginan lo maravilloso que será que astronautas estadounidenses planten la bandera en otro planeta por primera vez?”.
¿Musk hizo un saludo nazi en evento de Trump?
El primer día de Musk en el Washington de Trump no estuvo exento de controversias. Durante su discurso en el Capitol One Arena, Musk se puso dos veces la mano sobre el corazón y luego la levantó con fuerza en diagonal sobre su cabeza en un gesto que algunos observadores en línea dijeron que se parecía a un saludo nazi. “Mi corazón está contigo”, dijo luego, llevándose la mano de nuevo al corazón.
“Soy historiadora del fascismo”, escribió Ruth Ben-Ghiat , profesora de historia y estudios italianos en la Universidad de Nueva York, en BlueSky, en respuesta al gesto de Musk. “Fue un saludo nazi y también muy beligerante”.
La ADL, o Liga Antidifamación, un grupo fundado para luchar contra el odio hacia las personas judías, consideró que el video de Musk haciendo un “saludo nazi” no era una tal cosa, sino solo una muestra de entusiasmo.
“Parece que @elonmusk hizo un gesto incómodo en un momento de entusiasmo, no un saludo nazi, pero nuevamente, apreciamos que la gente esté atenta”, escribió el grupo en X. Musk citó la publicación en X y escribió “Gracias, chicos”, junto con el emoji llorando de risa.
Musk no respondió a las solicitudes de comentarios adicionales.
Los críticos también advirtieron sobre los muchos conflictos de intereses potenciales de Musk como jefe de seis compañías, incluidas Tesla, SpaceX y X (Twitter), que realizan negocios en áreas reguladas por el gobierno de Estados Unidos.
“Estamos presenciando el desmoronamiento de nuestra democracia. No está por suceder. Está sucediendo ahora mismo”, dijo el senador demócrata Chris Murphy de Connecticut en MSNBC el lunes.
Lo que Trump no mencionó en su discurso inaugural fue ningún plan para regresar a la Luna, que ha sido el foco del programa Artemis de la NASA. En cambio, Trump prometió “plantar la bandera de las barras y estrellas en el planeta Marte”.
“Elon Musk se comprometió en este discurso a ir a Marte, ¿no?”, dijo Murphy. “Hay una disputa dentro de la comunidad científica, dentro de la NASA, sobre si deberíamos ir a Marte o a la Luna. Si la elección es ir a Marte, Elon Musk se vuelve aún más rico. Lo consiguió”, dijo Murphy.