Gustavo Petro, presidente de Colombia, declaró el viernes el “estado de conmoción” en el noreste del país, una figura que le da facultades extraordinarias legislativas y la posibilidad de restringir algunos derechos con la que busca atender una reciente escalada de violencia en una zona fronteriza con Venezuela que ha dejado en los últimos días al menos 80 muertos y 36 mil desplazados.
La figura jurídica, que no había sido usada por ningún gobierno desde hace más de una década, lo faculta por un plazo inicial de 90 días —prorrogable dos veces— para dictar medidas para restablecer “el orden público” como restringir el derecho a la libre circulación o imponer toques de queda.
¿Qué es el estado de conmoción en Colombia?
Según el gobierno, el estado de conmoción interior busca hacer frente a la violencia desatada en el Catatumbo, fronterizo con Venezuela, por enfrentamientos (que también los hubo en 2022) entre la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) y una disidencia de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que no se acogieron al acuerdo de paz de 2016.
El decreto de estado de conmoción interior fue publicado por la presidencia el viernes y en él se detalla que solo regirá para la región del Catatumbo, no para todo el país.
Ante la violencia, de la que el gobierno responsabiliza principalmente al ELN, el presidente suspendió la mesa de negociación que mantenía activa con esa guerrilla la semana pasada y la fiscalía reactivó el miércoles las órdenes de captura contra 31 altos mandos y voceros guerrilleros en los diálogos.
La ley colombiana establece que en estado de conmoción, el gobierno puede expedir decretos con fuerza de ley —sin que pasen primero por el Congreso— y temporalmente imponer contribuciones fiscales, modificar el presupuesto gubernamental y restringir algunos derechos fundamentales.
Los decretos que se emitan en la conmoción interior tienen control posterior y automático por parte de la Corte Constitucional, que en caso de no encontrarlos ajustados a la ley puede dejarlos sin efecto.
Según el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, con la declaratoria buscan atender a las comunidades afectadas por la violencia, especialmente a los desplazados; hacer inversiones sociales en una región con poca presencia estatal y fortalecer las capacidades militares, lo que incluye interceptar comunicaciones e intensificar el control de la producción y comercialización de la coca.
Desde el lunes, cuando Petro anunció que decretaría la conmoción interior, sectores opositores al gobierno han criticado su decisión advirtiendo que se usaría como una “excusa” para decretar leyes que no ha logrado que sean aprobadas por el Congreso de manera ordinaria.
Petro rechazó de inmediato las advertencias desde su cuenta de X, antes Twitter: “Quienes desde la oposición creen que la conmoción interior sólo es para reelegirme o cobrar los impuestos que no permitió el Congreso en la ley de financiamiento y no es cierto”. En cambio, el mandatario aseguró que con el decreto se financiarán mejoras para el Catatumbo y se defenderá la “soberanía nacional”.