A punto de cumplirse el primer mes de la presidencia de Donald Trump, el zar fronterizo, Tom Homan, reconoció estar insatisfecho con el ritmo de detenciones y deportaciones, y anunció la reubicación de recursos humanos y la reestructuración de operaciones dentro de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).
“No estoy contento con los números, porque tenemos muchos criminales que encontrar. Estamos hablando ahora de aumentar el número de equipos, aumentar la focalización, la división del ICE que crea la lista de objetivos”, declaró en una entrevista con la cadena CNN.
“Estamos aumentando la priorización y aumentando los equipos en el campo”, puntualizó.
¿Cuántos migrantes han sido detenidos por las autoridades de EU?
La administración Trump ha presumido que el número de arrestos de migrantes ha sido más alto que durante la era Biden, toda vez que las autoridades migratorias han detenido a unas 12 mil personas entre el 20 de enero y el 8 de febrero, comparado con menos de 5 mil en el mismo lapso del pasado gobierno.
Pero la realidad es que las detenciones del ICE han disminuido este mes, según datos proporcionados a The Washington Post por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), y han bajado de 800 migrantes por día en promedio a finales de enero, a menos de 600 migrantes durante los primeros 13 días de febrero, una cifra por debajo de las cuotas exigidas por Homan a los agentes del ICE, de alrededor de mil 200 a mil 500 migrantes detenidos al día. “El número es mucho mayor que el de la administración Biden, pero tenemos que hacer más, y he sido muy claro en eso. Ahí es donde estamos haciendo ahora los cambios operativos que he solicitado”, dijo Homan.
De hecho, los dos principales funcionarios de control de inmigración en el ICE ya fueron destituidos de sus cargos esta semana y reasignados debido a lo que la secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Kristi Noem, calificó como una falta de “resultados”, de acuerdo con el Post.
Ciudades santuario dificultan la deportación de migrantes
Culpó como parte del problema a las llamadas ciudades “santuario”, como Nueva York, Chicago, Los Ángeles, las cuales tienen prohibido cooperar con autoridades migratorias federales con el propósito de identificar y arrestar a migrantes con fines de deportación.
“Las ciudades santuario nos están causando mucho trabajo. Y en lugar de arrestar a un mal tipo en Rikers Island (una prisión de Nueva York), tenemos que ir al vecindario y encontrarlos… Tenemos que enviar a todo un equipo al campo para encontrar a alguien que no quiere ser encontrado, y por eso es un trabajo duro, pero no nos rendiremos”, sostuvo Homan.
Durante su primer mandato y a pesar de lanzar una cruzada similar contra la inmigración ilegal, Trump sólo pudo deportar a 1.5 millones de personas, toda vez que enfrentó problemas operativos y demandas en los tribunales. En comparación, Barack Obama deportó a 5 millones de migrantes en los 8 años de sus dos mandatos, lo que le valió el apodo de “deportador en jefe”.
El talón de Aquiles del segundo mandato de Trump es la falta de presupuesto para contratar más agentes del ICE y de la Patrulla Fronteriza. Aunque cuenta con mayorías en el Congreso, una petición presupuestal extraordinaria de migración requiere el apoyo de los demócratas, los cuales se oponen a su política migratoria.