Tras las elecciones de este domingo en España, el país no tiene claro quién encabezará el próximo gobierno.
El Partido Popular (PP) del actual presidente, Mariano Rajoy, fue la fuerza política más votada (28.72 por ciento), pero no fue suficiente para obtener la mayoría absoluta que le permitiría gobernar sin el apoyo de ningún otro partido, por lo que ahora deberá buscar alianzas.
El procedimiento para elegir al nuevo presidente del gobierno español iniciará el próximo 13 de enero, cuando los nuevos diputados juran el cargo y se nombra al presidente de la Cámara.
De acuerdo con un artículo del diario El País, la Constitución española establece que, una vez renovado el Congreso, el Rey -quien es el jefe de Estado- propondrá un candidato a la presidencia del gobierno, de entre los líderes de los partidos políticos participantes en la elección.
Al ser la primera fuerza, el PP y Rajoy tendrán la opción inicial para intentar buscar pactos y alianzas y así formar gobierno.
El promedio de tiempo transcurrido entre que el presidente del nuevo Congreso comunica al Rey la constitución de la Cámara y la propuesta del candidato por parte del monarca es de sólo cinco días.
El candidato propuesto por el Rey será investido presidente si obtiene el aval de la mayoría absoluta (176) de los 350 diputados del Congreso, en una primera votación.
Si no se cumple esto, 48 horas después se celebra una nueva votación en la que sólo es necesaria la mayoría simple (más votos a favor que en contra) para lograr la investidura.
En caso de no lograr tampoco la mayoría simple, el Rey podrá proponer a otros candidatos. Si dos meses después de la primera votación no hubiera presidente, se convocaría a nuevas elecciones generales.
TIEMPO DE ALIANZAS
Existen varias ecuaciones posibles para la conformación de un nuevo gobierno.
De acuerdo con datos del diario El Mundo, para lograr la mayoría absoluta el conservador PP sólo podría negociar con el izquierdista Partido Socialista (PSOE), ya que sumando sus diputados llegarían a un total de 213, lo que les permitiría formar gobierno sin contratiempos.
No obstante, aunque no es imposible, una alianza entre los dos partidos que se han disputado el gobierno en las últimas décadas parece improbable.
La otra opción del PP era Ciudadanos, nueva partido centrista que se colocó como cuarta fuerza del país, aunque con menos escaños de los esperados (40), que no le serán suficientes a Rajoy.
Del otro lado, los resultados del PSOE (90 escaños) lo obligan a buscar alianzas con otros partidos de izquierda, principalmente con Podemos, que se colocó como la tercera fuerza del país.
Sin embargo, los 69 escaños del nuevo partido no son suficientes por lo que se deberá negociar con partidos menores, principalmente nacionalistas catalanes y vascos, que proclaman la independencia de sus respectivas regiones, lo que en principio choca con el carácter nacional del PSOE.
Las cartas están echadas y toca a Rajoy y al PP iniciar con las negociaciones en busca de un nuevo gobierno.