Solo se necesitan 53 kilogramos de fentanilo para matar a 25 millones de personas. Esa es la cantidad del potente analgésico opiáceo que el agente estatal de Nebraska, Sam Mortensen, encontró en abril cuando detuvo a un camión con el logotipo 'U.S. Mail' que transitaba imprudentemente por la carretera Interestatal 80.
Al abrir la puerta del remolque observó que la bodega estaba vacía, pero justo debajo de una unidad de refrigeración, detrás de un panel de plástico asegurado con tornillos mal puestos, Mortensen encontró 42 paquetes en forma de ladrillo llenos de fentanilo, que pesaban 54 kilogramos.
La droga es tan potente que incluso una pequeña cantidad, el equivalente a unos pocos granos de sal, puede ser letal.
"¿Es eso siquiera creíble? ¿Puede siquiera imaginarlo?", dijo el presidente estadounidense Donald Trump en octubre cuando Mortensen fue honrado en la Casa Blanca por hacer una de las mayores incautaciones de fentanilo en la historia de Estados Unidos. Los dos conductores del camión fueron arrestados.
"Agente Mortensen, fue un trabajo bien hecho", subrayó el mandatario.
El fentanilo se ha convertido en la más peligrosa de un grupo de drogas a las que se culpa por crear una crisis de salud pública en EU.
Las muertes relacionadas con fentanilo en el país aumentaron más del 50 por ciento a 29 mil 406 el año pasado, desde 19 mil 413 en 2016, de acuerdo con el Instituto de Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés).
Relativamente fácil de fabricar, la presencia de la droga en las calles ha aumentado mientras los traficantes luchan por satisfacer la enorme demanda de opioides en la Unión Americana.
El fentanilo evoluciona constantemente a medida que los proveedores tratan de evitar que sea detectada y aumentan la potencia de la droga utilizando los llamados análogos, que son esencialmente drogas de la misma familia de químicos.
"Nunca antes ha habido una droga como el fentanilo", explicó Josh Bloom, director de investigación química y farmacéutica del Consejo Americano de Ciencia y Salud. "Entre las drogas ilícitas, supera a cualquier otra cosa en términos de letalidad y peligro".
El fentanilo es 50 veces más potente que la heroína, con la que a menudo se mezcla. En su forma más fuerte, llamada carfentanilo, se utiliza legalmente como tranquilizante para elefantes. Se ha advertido a los oficiales de policía y socorristas que manipulen el fentanilo con extrema precaución, pues algunos han enfermado gravemente después de que la sustancia entrara en contacto con su piel o ropa.
Es precisamente esta advertencia (el peligro de entrar en contacto con la droga) una de las principales razones por las que los expertos en seguridad nacional están alarmados ante la posibilidad de que sea utilizada para sembrar el terror.
La droga es "una amenaza importante para la seguridad nacional", escribió el año pasado Michael Morell, exdirector interino de la CIA durante el gobierno del presidente Barack Obama. "Es un arma de destrucción masiva".
El uso del fentanilo como arma no es nuevo. En 2002, 50 rebeldes armados detuvieron a más de 800 rehenes en un teatro lleno de gente en Moscú, exigiendo la retirada de las fuerzas rusas de Chechenia. Después de unos días, las fuerzas rusas utilizaron un gas, que según informó la agencia estatal de noticias Interfax era fentanilo, para incapacitar a los atacantes, aunque más de 100 rehenes también fueron asesinados.
Como una herramienta terrorista, la droga funcionaría mejor en un espacio cerrado, dijo Daniel Gerstein, investigador principal de políticas de Rand Corp., quien se desempeñó como subsecretario interino de la Dirección de Ciencia y Tecnología del Departamento de Seguridad Nacional en la administración de Obama.
La liberación al aire libre probablemente no sería tan efectiva, ya que la droga podría diluirse demasiado, detalló el investigador.
Contener un ataque de fentanilo sería difícil para la policía y los oficiales de emergencias médicas pues las sobredosis de la droga son difíciles de revertir con las formulaciones existentes de antídotos como el Narcan en spray nasal.
La Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado de EU, (Barda, por sus siglas en inglés), tiene la tarea de desarrollar contramedidas médicas. En septiembre, firmó un potencial contrato de 4 mil 600 millones de dólares con Opiant Pharmaceuticals para producir un antídoto confiable de fentanilo de dosis única.
"Las drogas basadas en fentanilo se han usado en conflictos en otros países, por lo que sabemos que es posible, y tenemos que estar listos para salvar vidas y proteger a los estadounidenses de posibles amenazas de seguridad sanitaria", señaló Rick Bright, director de Barda.
Agregó que repetidas dosis de naloxona, como se conoce genéricamente a Narcan, podrían ser difíciles de administrar en un ataque terrorista.
El fentanilo también es extremadamente lucrativo. Un kilogramo comprado en China por 3 mil o 5 mil dólares puede generar ingresos por 1.5 millones de dólares, aseveró Paul Knierim, subjefe de operaciones de la Oficina de Control Global de la Administración para el Control de Drogas, a un panel del Congreso en septiembre.
China acordó este mes en una cumbre comercial con la Unión Americana regular el fentanilo como sustancia controlada.