Fidel Castro falleció a los 90 años de edad tras sobrevivir a cerca de 600 planes de atentados organizados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, a diez administraciones estadounidenses y ser testigo, aunque no protagonista, del deshielo entre La Habana y Washington, iniciado en diciembre de 2014.
"Pronto deberé cumplir 90 años, nunca se me habría ocurrido tal idea y nunca fue fruto de un esfuerzo, fue capricho del azar. Pronto seré ya como todos los demás. A todos nos llegará nuestro turno, pero quedarán las ideas de los comunistas cubanos…", expresó en abril pasado, en su último discurso, en la clausura del séptimo congreso del gobernante Partido Comunista de Cuba, palabras que muchos interpretaron entonces como una despedida.
Apartado del poder desde 2006 por una grave enfermedad intestinal, vivió esta última década con una agenda propia, centrado en investigaciones agrícolas, la publicación de artículos que se fueron distanciando en los últimos años y recibiendo a personalidades que visitaban la isla.
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Tras el viaje a Cuba del presidente Barack Obama en marzo pasado, Fidel Castro escribió: "No necesitamos que el imperio nos regale nada. Nuestros esfuerzos serán legales y pacíficos, porque es nuestro compromiso con la paz y la fraternidad de todos los seres humanos que vivimos en este planeta".
Sin embargo, en su último discurso del 19 de abril, elogió a su hermano Raúl, presidente cubano, "por el esfuerzo realizado" en estos años.
Aunque nadie duda en Cuba que estuviera al tanto, Fidel Castro no hizo pronunciamientos públicos recientes sobre las reformas internas que realiza su hermano, dirigidas a hacer más eficiente la economía, disminuir el papel del Estado, propiciar la inversión extranjera y desarrollar la propiedad privada y cooperativa.
Un intento similar fue iniciado por el propio Fidel Castro en los 90 del pasado siglo, tras la caída de la Unión Soviética, pero fue detenido años después, cuando la isla comenzó a salir de la mayor crisis económica de las últimas décadas.
Venerado por muchos y odiado por otros, con su muerte en la noche de este viernes Fidel Castro reafirmó un lugar en la historia contemporánea, como "el último líder verdadero del Siglo XX".
o el "dictador más longevo" de Cuba.