CARACAS.- Miles de opositores venezolanos fueron dispersados por los cuerpos de seguridad con gases lacrimógenos y perdigones cuando intentaron marchar hasta la sede del poder electoral, en el centro de Caracas.
Los manifestantes tenían previsto salir desde varios puntos, pero en el oeste, en zonas como Montalbán o El Paraíso, la militar Guardia Nacional inició la descarga de bombas lacrimógenas cuando apenas se reunían.
Mientras, en el este, los opositores, que rechazan la convocatoria del presidente Nicolás Maduro a una Asamblea Constituyente, sólo pudieron caminar unos tres kilómetros antes de ser bloqueados.
"Nos están lanzando bombas lacrimógenas y perdigones", expresó el diputado Miguel Pizarro durante la manifestación en El Rosal (este).
"De manera traicionera la Guardia empezó a arremeter con perdigones y bombas lacrimógenas y militarizó la zona", denunció a su vez el concejal Jesús Armas, desde El Paraíso.
Un militar fue herido de bala en esa zona, según la Fiscalía. El ministro de Interior, Néstor Reverol, dijo que el hecho ocurrió cuando intentaba despejar una barricada y le dispararon desde un edificio.
La Constitución venezolana prohíbe el uso de "armas de fuego y sustancias tóxicas para el control de manifestaciones pacíficas".
Pero Maduro sostiene que los gases lacrimógenos están permitidos incluso por normas internacionales.
En el este, los manifestantes lanzaron piedras y cócteles molotov a los policías y militares, pero varios camiones antimotines, disparando lacrimógenas y chorros de agua a presión, los hicieron retroceder.
En otras ciudades, pequeños grupos lograron llegar a las oficinas regionales del poder electoral.
La oposición ha denunciado que militares y policías disparan canicas, y "agredieron y robaron" a manifestantes durante una protesta el pasado lunes.
El jefe de la Fuerza Armada, Vladimir Padrino, afirmó que no tolerará abusos. "No quiero ver un guardia más cometiendo una atrocidad en la calle".
"¿Qué hace la Guardia Nacional reprimiendo a la gente que está pidiendo respeto a la Constitución?", cuestionó el dirigente Henrique Capriles mientras la movilización era disuelta.
Maduro impulsa una Constituyente que se votará el 30 de julio para modificar la Constitución en medio de una ola de protestas que iniciaron el 1 de abril para exigir su salida anticipada con elecciones generales, y ya dejan 65 muertos.
Los opositores aseguran que con la Constituyente el mandatario solo busca mantenerse en el poder.
Las protestas dejan además un millar de heridos, según la Fiscalía, y casi 3 mil detenidos, de acuerdo con la ONG Foro Penal.