BRUSELAS.- Los líderes políticos de todo el mundo condenaron los ataques terroristas en Bruselas que ISIS se adjudicó, con discursos entre la solidaridad con los belgas y la dureza contra los terroristas. El primer ministro francés, Manuel Valls, habló abiertamente de una Europa "en guerra".
Con menor dramatismo pero la misma solemnidad se expresaron el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, el primer ministro británico, David Cameron, la canciller alemana, Angela Merkel y prácticamente la totalidad de los líderes europeos. En México, el presidente Enrique Peña Nieto, también condenó los ataques y dijo que "el terrorismo no es la vía en favor de ninguna causa".
El Departamento de Estado, por su parte, emitió una alerta a sus ciudadanos para viajar a Europa en la que les solicitó mantenerse alertas en lugares públicos del Viejo Continente por temor a posibles ataques.
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México, de igual forma, alertó a los connacionales que piensan viajar a Bélgica o ya se encuentren en ese país, y aseguró que no hay mexicanos entre los muertos o heridos por los ataques.
EUROPA VIVE EL TERRORISMO DE NUEVO
El doble atentado, reivindicado por ISIS, dejó al menos 34 muertos y más de 200 heridos en Bruselas, donde dos Kamikazes se hicieron estallar en el aeropuerto de Zaventem —uno de los más concurridos de Europa—y un tercero en la estación del metro Maelbeek, provocando el repudio de la comunidad internacional.
Tras adjudicarse los sangrientos ataques, el EI advirtió "más días negros" en respuesta a lo que llamó la agresión de Europa contra sus simpatizantes.
Las autoridades en Bélgica buscaban a un tercer atacante en el aeropuerto que presuntamente falló en el ataque y no pudo activar la carga explosiva que transportaba en un portaequipaje. Pasadas las nueve de la mañana, una tercera detonación costó la vida de una veintena de personas en la estación del metro de Maelbeek, muy cerca de los cuarteles generales de la Unión Europea (UE) y unas horas más tarde, la policía encontró una bomba sin explotar en una vivienda de Schaerbeek —uno de los barrios con mayor concentración de musulmanes de la ciudad, en el que se identificó, el pasado mes de enero, una guarida de Salah Abdeslam, presunto autor intelectual de los atentados del 13N en París—, junto a productos químicos y una bandera del Estado Islámico.
Dos de los atacantes fueron identificado por la policía como Najim Laachraoui, nacido en Siria hace 24 años y Mohamed Abrini, de origen marroquí de 30 años. Ambos relacionados con los atentados del 13N en Francia.
"Lo que temíamos se ha hecho realidad. Nuestro país ha visto hoy una serie de repulsivos atentados mortales perpetrados a ciegas", declaró el primer ministro belga, Charles Michel, al anunciar que se activó el nivel de máxima alerta terrorista en todo el país.
Colegios, hospitales, museos, transporte público y centros comerciales cerraron sus puertas o elevaron al máximo los niveles de vigilancia, mientras varios países europeos reforzaron sus medidas de seguridad. Se cancelaron además centenares de vuelos.