La mandataria de Brasil, Dilma Rousseff, fue la primera de los tres candidatos presidenciales principales en votar en las elecciones del domingo y lo hizo en la ciudad de Porto Alegre, mostrándose de buen humor y haciendo la señal de la victoria.
Poco antes, y después de desayunar con el candidato a la reelección al gobierno de Rio Grande do Sul, Tarso Genro, también del Partido de los Trabajadores (PT), Rousseff dijo que ha trabajado considerando que las elecciones se resolverán en dos vueltas.
"La hipótesis con la que he trabajado desde el comienzo de la elección es que habrá dos rondas (...). Sólo las urnas definirán lo que va a suceder", dijo la presidenta-candidata a periodistas.
Rousseff lidera los sondeos de intención de voto por encima de sus principales rivales, Marina Silva, del Partido Socialista Brasileño (PSB), y Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
Sin embargo, los estudios prevén que la presidenta brasileña no ganaría la reelección en primera vuelta porque no obtendría el 50 por ciento de los votos necesarios.
Consultada sobre qué candidato preferiría enfrentar en la segunda ronda, prevista para el 26 de octubre, respondió: "El que prefiera el pueblo".
"No hay forma de decidir sobre un candidato u otro. Sería una falta de respeto, sobre todo en este día", agregó Rousseff.
Sonriente y vestida de rojo, la presidenta posó para las fotos y luego hizo signos de victoria. Mostró el comprobante de votación antes las cámaras.
Rousseff partió poco después en un avión hacia Brasilia, según reportes de la prensa local.
En la capital federal, Rousseff seguirá el desarrollo de las elecciones. El proceso actual es visto como el más disputado desde 1989, porque está rodeado de un escenario indefinido sobre quién pasará a la segunda vuelta.
Las últimas encuestas de Datafolha e Ibope antes de las elecciones mostraron una variación de última hora sobre quien ocupa el segundo lugar en las preferencias de los votantes. Por primera vez, Neves superó a Silva, pero la corta ventaja entre ambos es vista como un empate técnico