El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, designó al fiscal general de Oklahoma, Scott Pruitt, como jefe de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, de acuerdo con personas familiarizadas con la decisión.
Pruitt, quien es uno de los principales oponentes al programa climático de la administración de Barack Obama, estaría a cargo de la aplicación de las leyes ambientales del país.
Republicano de 48 años de edad, Pruitt es un fuerte crítico del plan de energía limpia de la EPA, que busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de las centrales eléctricas, y se ha unido a otros 26 procuradores generales para bloquear las reglas de carbono.
Pruitt ha calificado la agenda climática del presidente Barack Obama como una afrenta a los derechos de los estados y violación de la Constitución.
REGLAS DE CARBONO
Si se confirma que la información, Pruitt podría reelaborar las reglas de carbono de Obama, que de por sí ya era incierta bajo la administración Trump. El Tribunal Supremo de Estados Unidos detuvo el plan de energía limpia en febrero. Trump también criticó con frecuencia esta norma durante su campaña electoral.
Pruitt luce con orgullo su sello como principal antagonista de la EPA; una biografía en su web oficial describe el fiscal general como "un destacado defensor contra la agenda activista de la EPA".
En 2015, Pruitt también obtuvo una medida cautelar para bloquear la norma de "Aguas de EU", la que amplía el ámbito de aplicación de la Ley de Aguas Limpias. Si se confirma que la cabeza de la EPA, Pruitt también podría cambiar o derogar dicho reglamento.
"Si Scott Pruitt queda al frente de la EPA será como el zorro cuidando el gallinero", refirió el presidente de la Liga de Conservación de Votantes, Gene Karpinski. "Una y otra vez ha luchado por los beneficios de los grandes contaminadores a expensas de la salud pública".
Pruitt se ha desempeñado como fiscal general de Oklahoma desde 2010. En ese cargo, creó la "unidad de federalismo" encargado de la lucha contra la "regulación injustificada y extralimitación por parte del gobierno federal", según su sitio web.
También presentó la primera demanda contra la aplicación de la ley de salud de Obama. En mayo, se unió a otros cinco estados en la presentación de un escrito en apoyo a la demanda federal de TransCanada, alegando que el presidente Barack Obama excedió su autoridad al rechazar un permiso para el oleoducto Keystone XL.
Como fiscal general, Pruitt se ha enfrentado a un escrutinio sobre sus estrechos vínculos con la industria de la energía. En 2014, The New York Times informó que los grupos de presión de este sector redactaron cartas para Pruitt para enviar a la EPA y otras agencias que desafían las normas ambientales que podrían afectar la industria.
Más recientemente, Pruitt se unió al fiscal general de Alabama, Luther Strange, al criticar a otros generales del estado que están investigando si Exxon Mobil engañó a los inversionistas sobre los riesgos comerciales asociados con el cambio climático.
Antes de ser elegido procurador general, Pruitt pasó ocho años en el Senado estatal. En 2001, hizo una oferta infructuosa para suceder al republicano Steve Largent en la Cámara de Representantes de Estados Unidos y en 2006, buscó la nominación republicana para teniente gobernador de Oklahoma, pero perdió.