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Morón, el ‘profe’ que, por no hacer su tarea, puso en riesgo la candidatura

No entregó informes de gastos de precampaña, lo que mantiene en vilo su candidatura al gobierno de Michoacán.

Raúl Morón Raúl Morón, candidato al gobierno de Michoacán por Morena (Ismael Ángeles)

Político de marcha y plantón. Ya fue senador, diputado local y federal, exdirigente perredista y ahora alcalde morenista. El michoacano Raúl Morón Orozco, de 65 años, quien es profesor de matemáticas y educación física, hoy quiere ser gobernador, pero no hizo su tarea.

No entregó informes de gastos de precampaña, lo que mantiene en vilo su candidatura, y, en su lugar, arremetió contra el Instituto Nacional Electoral (INE), estrategia que, si bien le regaló el reflector nacional, no le ha garantizado un lugar en la boleta y sólo ha sembrado la duda en el proceso electoral.

De carrera Morón es profesor, y de trayectoria fue líder de la sección 18 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Michoacán, desde donde combatió con enjundia a la lideresa magisterial Elba Esther Gordillo.

La oposición lo quiere ubicar dentro del ala más radical de la coordinadora, e incluso en la política local se le conoce como El Quema Puertas, por supuestamente haber protagonizado la quema del Palacio de Gobierno al que hoy busca llegar, pero lo cierto es que el magisterio michoacano no le ha dado todo su respaldo.

Ejemplo de ello quedó en las declaraciones de los líderes magisteriales Jorge Cázares y Juan José Ortega Madrigal, quienes se negaron a respaldar su candidatura exigiéndole a Morena “piso parejo” para todos los aspirantes, entre ellos Juan Pérez, pues Morón, advirtieron, nunca habría dejado de apoyar al partido del sol azteca.

La división en la CNTE inició desde 2007, cuando el entonces gobernador Leonel Godoy designó a Aída Sagrero Hernández, cercana a Morón, quien era coordinador de la fracción perredista en el Congreso local. En su momento, el tema fue la Ley del ISSSTE y la aplicación de la Alianza por la Calidad de la Educación, impulsadas desde la Federación.

En realidad, el músculo político de Morón lo mostró en 2017, primero en las negociaciones para una contrarreforma educativa y, más evidente, cuando, estando al frente de la bancada del PRD en el Senado, luego de la salida de Miguel Barbosa, orquestó la desbandada a favor de Morena y del entonces candidato Andrés Manuel López Obrador.

Él, junto con su corriente Alianza por la Unidad Democrática, hasta ese entonces perredista, cambió de partido para hacer gira “en defensa de la cuarta transformación en Michoacán”, y por lo menos 4 mil simpatizantes amarillos cambiaron al guinda para ser repartidos por todo Michoacán, como Apatzingán, Lázaro Cárdenas, Zitácuaro, Zamora, Uruapan y Morelia.

En las urnas, el efecto López Obrador contrastó de una elección a la otra. En 2015, con el PRD, Morón obtuvo el cuarto lugar en la elección para la presidencia municipal de Morelia, con 35 mil votos; pero, en 2018, cuando compitió con Morena y PT, ganó con 77 mil sufragios.

Tres años después, la candidatura volvió a fracturar a su partido. Apenas en enero de este año, el senador morenista Cristóbal Arias Solís acusó una imposición orquestada por los exgobernadores perredistas Lázaro Cárdenas Batel y Leonel Godoy.

“Esos personajes son, entre otros, los que estuvieron operando en las sombras de Palacio Nacional o tal vez allá en el propio partido”, declaró en su momento.

La respuesta de Morón fue acusar al consejero del INE, Jaime Rivera Velázquez, de votar a favor de cancelar el registro por ser exesposo de Evangelina Arias Solís, hermana de Cristóbal Arias, hoy candidato por Fuerza por México.

Hoy por hoy, el plazo para registrar candidatos en Michoacán quedó agotado y nunca hubo la intención de Morena para sustituir a Morón Orozco como su abanderado oficial, por lo que ahora el Tribunal Electoral será el que decida si el candidato del presidente López Obrador puede participar o no en la elección del próximo 6 de junio.

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