Petróleos Mexicanos (Pemex) admitió que si no obtiene financiamiento puede incumplir con sus obligaciones de pago de capital e intereses con sus acreedores.
En la forma 20-F, que es el reporte anual correspondiente al año 2020 que entregó Pemex a la Securities and Exchange Commission (SEC), la petrolera recordó que al 31 de diciembre de 2020 su endeudamiento total, incluidos los intereses devengados, fue de 2 billones 258 mil millones de pesos o 113.2 miles de millones de dólares, en términos nominales, lo que representó un aumento de 13.9 por ciento en términos de pesos en comparación con nuestro endeudamiento total que se tenía al 31 de diciembre de 2019.
“Si no pudiéramos obtener financiamiento, esto podría obstaculizar nuestra capacidad para invertir en proyectos y cumplir con nuestras obligaciones de pago de capital e intereses con nuestros acreedores”, reconoció la petrolera.
“Como resultado, podemos estar expuestos a restricciones de liquidez y es posible que no podamos pagar a nuestros proveedores, atender nuestra deuda o realizar los gastos de capital necesarios para mantener nuestros niveles de producción actuales y mantener e incrementar las reservas probadas de hidrocarburos que se nos asignaron por el Gobierno Mexicano, lo cual puede afectar adversamente nuestra condición financiera y resultados de operación”.
Pemex reconoció que debe realizar importantes inversiones de capital para mantener sus niveles de producción actuales y aumentar las reservas probadas de hidrocarburos que asignó el gobierno mexicano.
“Las reducciones en nuestros ingresos, los ajustes a nuestro presupuesto de gastos de capital y nuestra incapacidad para obtener financiamiento pueden limitar nuestro potencial para realizar inversiones de capital”, reiteró.
“Si tales restricciones ocurren en un momento en que nuestro flujo de efectivo de las operaciones es menor que los recursos necesarios para cumplir con nuestras obligaciones de servicio de la deuda, con el fin de proporcionar liquidez adicional a nuestras operaciones, podríamos vernos obligados a reducir aún más nuestros gastos de capital planificados e implementar más medidas de austeridad”, manifestó.
“Una reducción en nuestro programa de gastos de capital podría afectar adversamente nuestra condición financiera y resultados de operación. Además, estas medidas pueden no ser suficientes para permitirnos cumplir con nuestras obligaciones”, afirmó.