En noviembre de 2018, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) instó a docentes, con al menos 70 años y antigüedad mínima de 30 años, a retirarse bajo la promesa de que recibirían 25 mil pesos mensuales de por vida. El acuerdo, que buscaba renovar la planta docente, ofrecía, además, continuar con el seguro médico… pero en abril, sin justificación, la universidad lo canceló.
“Una mentira de estas dimensiones conlleva una inconmensurable violencia, por el daño que se origina al inducir a tomar un camino truncado, una trascendental decisión de vida que significó renunciar”, acusa Alicia Castellanos, profesora de la UAM por 39 años.
La universidad, por presupuesto, ofreció esa vía sólo a 50 maestros. Al cancelar el convenio, del cual EL FINANCIERO posee una copia, informó que la decisión obedecía a falta de dinero. La UAM planteó entonces otorgarles un millón 250 mil pesos en una exhibición, adicional a las 21 mensualidades ya entregadas a cada beneficiario (de 2019 a abril pasado).
Ante la decisión, los académicos demandaron ante la Junta de Conciliación y Arbitraje; sin embargo, sólo 16 mantienen su exigencia, ya que “por enfermedad o porque no quieren un pleito largo, el resto han decido firmar”.
Esta situación “ha obligado a reducir el tiempo a mi trabajo de investigación; ha vuelto más difícil el cuidado de mi madre de 98 años, gastos de medicamentos y consultas médicas”, señala Castellanos.
Los docentes, de entre 70 y 78 años, se sienten “engañados y traicionados”, y exigen el cumplimiento del acuerdo pactado en 2018 con el entonces rector Eduardo Peñalosa. Viven una “gran incertidumbre. La salud es una condición que requiere atención sistemática, permanente y rigurosa, y, en diversos casos, los tratamientos exigen recursos que no son suficientes sin el apoyo complementario vitalicio”.
Ahora, agrega Castellanos, el seguro de gastos médicos “lo deberá pagar el o la profesora”.
La investigadora añade que “priva un sentimiento de ser desechado por una institución a la que aporté mi vida”.
Peñalosa dejó la Rectoría y el que fuera el secretario general, José Antonio de los Reyes, asumió el cargo. “Hubo un acercamiento inicial por iniciativa nuestra y versó sobre el seguro de gastos médicos”, pero desde que asumió convocó a dos reuniones, “sin propuestas para salir del conflicto”. “No ha expresado una clara voluntad por encontrar una solución”.