Se frustró uno de los mayores objetivos del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En 2019, a pocas semanas de iniciar su mandato, el líder de la Cuarta Transformación hizo un anuncio estruendoso y polémico: buscaría que España y El Vaticano pidieran disculpas a los pueblos originarios de México por los agravios cometidos hace 500 años, además de que se repatriarían piezas históricas de nuestra historia.
Lo anterior, sería el eje de los festejos, es decir, la cereza del pastel, del Bicentenario de la Consumación de la Independencia del país, la cual se conmemora este 27 de septiembre. Sin embargo, ninguno de los dos países dieron la respuesta esperada por López Obrador.
Ergo, se “aguaron” las festividades morenistas.
Asimismo, tampoco se consiguió el premio mayor: que Austria devolviera al país el famoso penacho de Moctezuma... y eso que Beatriz Gutiérrez Müller viajó a Europa, en octubre de 2020, con la misión de recuperar piezas prehispánicas de las culturas vernáculas que fueron sustraídas del territorio nacional.
López Obrador recibió varios strikes... y prácticamente fue “ponchado”.
¿Por qué López Obrador falló en la búsqueda de la reconciliación histórica?
El 2021 debía ser el año de la reconciliación, anunció López Obrador en marzo de 2019. Sin embargo, los intentos del reconocimiento de los agravios cometidos por la colonización del país resultaron en una impropiedad para la historía.
Un 27 de septiembre, pero de 1821, el Ejército Trigarante, encabezado por Iturbide, entró a la Ciudad de México, hecho que marcó simbólicamente, después de 11 años de lucha contra el yugo español, la consumación de la Independencia mexicana.
A 500 años de la caída de México-Tenochtitlán y a 200 años de la consumación de la emancipación, el presidente López Obrador aseguró que este 2021 sería el año de “la Independencia y la Grandeza de México”.
Para ello, desde el pasado 2019, emprendió una serie de acciones en las que resaltó el envío de dos cartas, una al Gobierno de España y otra al Vaticano, para que pidieran disculpas por los abusos cometidos durante la conquista.
Ante la petición, España rechazó con firmeza la exigencia de México y el Vaticano aseguró que años atrás el Papa Francisco pidió perdón por estos abusos.
Incluso, la exigencia a España realizada por la 4T causó el primer conflicto diplomático de este sexenio, pues dicha nación europea “filtró” que el Ejecutivo mexicano le había enviado una carta solicitando disculpas a los pueblos originarios de nuestro país.
Para la historiadora Blanca Gutiérrez, contrario a la intencionalidad de AMLO, estas acciones de buscar la “reconciliación” también incurren en un daño, pues “no puede haber una reconciliación histórica o cultural si se hace una crítica hacía un legado histórico, porque si no, también se está haciendo un agravio”, señaló en entrevista para El Financiero.
Una historia de extremos
Todos los países a través del tiempo hemos sido objeto de conquista, dijo la investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), por lo que el agravio reiterado por el presidente por parte de España y el Vaticano es simbólico y necesario, pero no determinante.
Todo proceso de conquista trae prejuicios y daños. Los sistemas de abuso y explotación existieron, “pero también existió una construcción de arquitectura, de lengua, cultura y una herencia que no podemos omitir porque somos una sociedad mestiza”.
No se puede tener una historia de extremos, aseguró.
De acuerdo con la investigadora, si bien se impuso el cristianismo en una forma inadecuada, hoy en día tiene un legado de mucho sincretismo a través de las festividades y celebraciones heredadas de los españoles.
¿Nuestra gastronomía y nuestra cultura serían las mismas sin ese sincretismo?
No se trata de buscar buenos o malos dentro de la historía, de adjetivar a los personajes como Hernán Cortés, quien de acuerdo con el presidente fue el hombre en cometer el “primer fraude” en el país. “Es hacer una conciencia de la importancia que esto tuvo y no dejar de reconocer las ventajas que tiene la cultura hispánica”, puntualiza la académica.
Un triunfo ‘a medias’ con mensaje equivocado
Un triunfo para el presidente Andrés Manuel López Obrador fue la recuperación, a cargo de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), de 15 documentos, entre ellos una carta de Hernán Cortés, y objetos arqueológicos en Nueva York, así como del material histórico otorgado por el Vaticano.
Además, el sábado pasado la Secretaría de Cultura presumió que piezas prehispánicas que intentaron ser subastadas en Italia se lograron recuperar.
No obstante, el Gobierno mexicano no logró su objetivo principal: recuperar el penacho de Moctezuma.
El único penacho de plumas de origen mexicano, formado por plumas de aves y adornos de oro, se encuentra actualmente en el Museo de Etnología de Viena. Este valioso objeto ha estado fuera del país desde hace más de 500 años.
Por décadas, el Gobierno de México ha solicitado el regreso del objeto prehispánico al territorio nacional. Este sexenio no es la excepción, ya que el presidente Andrés Manuel López Obrador incluso pidió a su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, en octubre de 2020, que insistiera al Gobierno de Austria para que prestara el penacho con motivo del Bicentenario de la Independencia de México.
Gutiérrez Müller visitó al presidente de Austria, Alexander Van der Bellen, en medio de una gira por Europa con la intención de obtener piezas históricas y arqueológicas de México para ser exhibidas en nuestro país este 2021.
Una de las razones por las que Austria ha rechazado prestar o devolver el penacho se debe a que es frágil y su traslado podría dañarlo irremediablemente.
Esta forma de politizar la historia por parte de López Obrador ha desatado la crítica de académicos e intelectuales, al considerar que distorsiona hechos de nuestro pasado con la finalidad de legitimar el discurso de la Cuarta Transformación.
A final de cuentas, AMLO reconoce que el país ha tenido tres transformaciones previas: la Independencia, la Reforma, la Revolución. Él, se supone, encabeza la cuarta.
Como parte de ese estratagema discursivo, el pasado Grito del 15 de Septiembre fue dedicado a los pueblos originarios de México, como parte de una narrativa que el presidente ha buscado construir respecto a la Conquista, la caída de Tenochtitlán y la fundación del país.
Para la historiadora García Gutiérrez, si bien es un acierto del presidente reconocer a las culturas y exaltar a los pueblos nativos, es una idea inconclusa, pues hay que ver lo que vino después de la conquista, los acontecimientos que la sucedieron, además de que se debe dejar de adjetivar a los personajes históricos.
Se debe conocer y hacer una difusión de una historia más humana y reflexiva, sin una visión “conveniente”, señaló la historiadora García Gutiérrez.
El Vaticano pide ‘sanar heridas’
Lejos de ofrecer una disculpa, como solicitó el presidente López Obrador, el Vaticano señaló en una carta enviada al Gobierno mexicano que es tiempo de sanar heridas y dejar atrás los agravios del pasado.
El Papa Francisco envió este lunes un mensaje a México con motivo de la conmemoración del Bicentenario de la Independencia de México.
En la carta, leída por el arzobispo de Monterrey, Monseñor Rogelio Cabrera López, en la conferencia matutina del mandatario mexicano, el pontífice indicó que la Independencia es afirmar la libertad.
“Celebrar la Independencia es afirmar la libertad, y la libertad es un don y una conquista permanente, por eso me uno a la alegría de esta celebración y, al mismo tiempo, deseo que este aniversario tan especial sea una ocasión propicia para fortalecer las raíces y reafirmar los valores que los constituyen como nación”, indicó la misiva.