Un plan revelado por México para usar dinero provisto por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para un posible pago de la deuda de la paraestatal Pemex atrajo fondos buitre y detonó especulación, dijo este miércoles el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Aquí hablábamos de la utilización de recursos de México que estaban entregándonos (los Derechos Especiales de Giro del FMI) y que estábamos pensando en la posibilidad de comprar bonos para pagar la deuda, y en especial la de Pemex”, dijo. “¿Saben qué paso? Aumentaron los intereses en los bonos de Pemex, nada más porque están los fondos llamados buitres”.
López Obrador dijo el mes pasado que quería usar al menos parte de los 12 mil millones dólares en nuevos fondos del FMI para reducir la abultada deuda de Pemex de 115 mil millones de dólares. Pero sus comentarios tuvieron un efecto contraproducente y elevaron el valor de la propia deuda que planeaba comprar.
Por otra parte, la secretaria de Energía, Rocío Nahle, aclaró en una serie de comentarios vía Twitter que la reforma al sector energético recientemente propuesta por López Obrador no plantea eliminar la generación distribuida que incluye paneles solares en casas, edificios o pozos de agua.
“La transición energética se desarrolla en este tipo de tecnología intermitente, que colocando paneles en los hogares beneficiarios directamente al usuario”, dijo Nahle.
López Obrador pidió esta semana a partidos de oposición que voten a favor de su proyecto de ley nacionalista que devolvería el control del mercado eléctrico a la Comisión Federal de Electricidad y se pronunció enérgicamente contra los legisladores que planearan votar en contra de su iniciativa.
Las reacciones de varios políticos en el Congreso mexicano han comenzado a salir. La senadora Claudia Ruiz Massieu, del opositor Partido Revolucionario Institucional, rechazó esta semana la propuesta de reforma energética de López Obrador y dijo que representaría un retroceso para México en materia de desarrollo, empleos y precios al consumidor final.