En México el horario de verano inicia el primer domingo de abril a las 2:00 de la mañana, momento en el cual los relojes se adelantan una hora, y termina el último domingo de octubre a las 2:00 de la mañana, instante en el que los relojes se atrasan una hora, excepto en la franja fronteriza con Estados Unidos, así como en Quintana Roo y Sonora.
En este año, el horario de verano inició el 4 de abril y termina el domingo 31 de octubre, de acuerdo con el Centro Nacional de Metrología.
En la franja fronteriza con Estados Unidos el horario de verano inició el segundo domingo de marzo a las 2:00 de la mañana, momento en el cual los relojes se adelantan una hora, y termina el primer domingo de noviembre a las 2:00 de la mañana, momento en el que los relojes se atrasan una hora. Para 2021, el horario de verano para la franja fronteriza inició el 14 de marzo y termina el 7 de noviembre.
Sonora y Quintana Roo
Sonora y Quintana Roo no contemplan la aplicación del horario de verano por razones turísticas y económicas.
El factor para que Sonora no altere sus horarios es la interacción comercial que mantiene con Arizona. En 2016, los gobiernos de Arizona y Sonora suscribieron un acuerdo para impulsar una megaregión que permita el desarrollo de ambos estados. El acuerdo permite a la entidad mexicana tener un horario que no sea sometido a cambios.
Por otro lado, el Congreso de la Unión aprobó en 2015 que Quintana Roo dejara el meridiano 90° oeste y pasara al 75° oeste, y con ello se creó el tiempo del sureste, que no se incluye en los cambios de horario.
El cambio en Quintana Roo fue para ir una hora más adelante que el centro del país, y a la par de ciudades como Nueva York o Montreal, a fin de que los turistas pueden gozar de más luz natural y días más largos. Al ser la entidad un destino de sol y playa, esta es una gran ventaja para los visitantes.
Previo a la aplicación del horario de verano, el sol caía a las cinco de la tarde durante el invierno, por lo que los servicios turísticos se veían afectados. Con el horario del sureste, los turistas y habitantes tienen dos horas más de luz durante el verano, y una más durante el invierno.
Otra ventaja es el ahorro de energía en el Caribe, lo cual contribuye al avance en materia de sustentabilidad, y a un uso más eficiente de la infraestructura turística.