La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) dirigió una recomendación a la Fiscalía General de la República (FGR) para realizar una nueva investigación en el caso de Mario Aburto, asesino de Luis Donaldo Colosio.
De acuerdo con la CNDH, las autoridades que intervinieron en la detención incurrieron en actos de tortura en su contra.
Mario Aburto fue detenido el pasado 23 de marzo de 1994 en Lomas Taurinas, Tijuana, Baja California, al finalizar un evento de proselitismo político en el que el entonces candidato a la Presidencia de la República, Luis Donaldo Colosio, fue herido por disparos de arma de fuego, falleciendo horas más tarde.
En dicha ocasión, Aburto fue trasladado en calidad de acusado a la Agencia del Ministerio Público Federal de la entonces Procuraduría General de la República (PGR) de esa ciudad y, el 25 de marzo de 1994, ingresó a las instalaciones del Cefereso 1 “Altiplano” en Almoloya de Juárez, Estado de México.
Posteriormente, ha sido internado en Centros Federales de Readaptación Social de diferentes entidades y desde el 21 de octubre de 2020 se encuentra en el Cefereso 12 “CPS-Guanajuato”, ubicado en el municipio de Ocampo.
Actos de tortura y omisión por parte de los médicos
Luego de una investigación, la CNDH determinó que elementos de la entonces Policía Judicial Federal, así como Agentes del Ministerio Público Federal que intervinieron en la detención, primeras diligencias ministeriales y en el traslado de Aburto a las instalaciones del Cefereso, incurrieron en actos de tortura en su contra.
Los médicos que intervinieron en los hechos habrían actuado de forma irregular al pretender ocultar o tolerar dichos actos. También se acreditó que personal médico y custodios de dicho centro de reclusión incurrieron en actos de tortura.
Luego de más de 20 años, Mario Aburto continúa como el único culpable y autor intelectual del asesinato del candidato Luis Donaldo Colosio.