Por su desacuerdo con las reglas de operación de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y tras advertir que la nueva normatividad interna abre paso a la opacidad y arbitrariedad, Gerardo Lozano Dubernard, renunció a su cargo de director del área de Cumplimiento Financiero del organismo.
“Sirva la presente para informarle mi decisión de presentar la renuncia con carácter de irrevocable al cargo de Auditor Especial de Cumplimiento Financiero con efectos a partir del próximo 16 de noviembre de 2021, en congruencia con el desacuerdo que he manifestado respecto al nuevo Reglamento Interior de la Auditoria Superior de la Federación en vigor”, escribió en su misiva.
Pero ¿quién es Gerardo Lozano Dubernard? Asumió el cargo en la ASF en mayo de 2018, y su experiencia estaba concentrada en la iniciativa privada a través de sus despachos Bejar, Galindo, Lozano y Cía, S. C. y Lozano Dubernard y Asociados, S. C.
Gerardo Lozano se graduó de licenciado en Contaduría por la UNAM y la Universidad Anáhuac. Obtuvo una maestría en Administración Pública por el Instituto Nacional de Administración Pública. A.C. Había desarrollado su carrera en el ámbito privado, hasta que fue invitado por el auditor superior, David Colmenares Páramo, para incorporarse a la ASF.
En marzo pasado, el entonces auditor especial de Cumplimiento Financiero encabezó al nuevo equipo encargado de revisar la fiscalización realizada por la ASF sobre la cancelación del aeropuerto de Texcoco.
Gerardo Lozano Dubernard ha sido presidente del Consejo Consultivo de la Academia Mexicana de Auditoría al Desempeño, A.C.; presidente de la Comisión de Auditores del Sector Público del Colegio de Contadores Públicos de México, A.C., y presidente de la Academia Mexicana de Auditoría al Desempeño, A.C.
De acuerdo con la Revista Contaduría Pública, Lozano Dubernard ha sido un ”destacado auditor externo por más de 30 años, designado por la Secretaría de la Función Pública en importantes entidades paraestatales y Testigo Social en procesos de Licitación Pública elegido por esta Secretaría”.
El exfuncionario expuso su desacuerdo con las reformas al Reglamento Interno de la ASF, publicadas en agosto pasado, en una carta del 3 de noviembre que entregó a la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación de la Cámara de Diputados. En ella, les advirtió a los legisladores que con las nuevas reglas “se abre paso a la opacidad”.
“En su carta de renuncia, Lozano señala que entre 60 denuncias potenciales, otras que siguen en trámite y las ya presentadas desde su llegada a la ASF, en mayo de 2018, su área acumula señalamientos de malos manejos en dependencias públicas por valor de 21 mil millones de pesos, algo más de 1000 millones de dólares”, según un reportaje de El País.