Las universidades públicas y autónomas se han transformado constantemente, y por su capacidad de adaptación es que persisten como un actor fundamental en el andamiaje político, económico, social y cultural de las distintas naciones y regiones, dijo este jueves el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Enrique Graue Wiechers.
“Su autonomía no solo se trata de autodeterminación y autogestión, sino de un ejercicio de libertad, de compromiso social con los tiempos que viven, de generar conocimientos y formar profesionistas y ciudadanos informados, que transformen a la sociedad”, expuso al recibir el grado de doctor honoris causa por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP).
Añadió que es la sociedad la que se beneficia de la autonomía al permitir que, ajena a intereses externos, la universidad eduque para transformar, investigue para modificar la realidad y disperse los conocimientos para desarrollar al país y a su entorno social.
“Por eso, la educación y la autonomía universitaria son bienes públicos, de los cuales la sociedad obtiene los beneficios intelectuales necesarios para su permanente movilidad, progreso y evolución”, expresó.
En ese sentido, subrayó que el respeto constitucional de la autonomía universitaria es un elemento crucial para mantener el equilibrio respetuoso, colaborativo e independiente entre la Universidad y el Estado.
Destacó que están convencidos de que la educación pública es un bien social y su financiamiento, oportuno y suficiente, es una obligación del Estado.